Ingenuo, Lonardi creía posible eliminar los "aspectos corruptos" del régimen respetando las conquistas obtenidas por los trabajadores durante los años precedentes. No habría, pues, "ni vencedores ni vencidos". Pero la "Libertadora" no se había hecho para eso y el revanchismo no se haría esperar.
En el mes de octubre el presidente debió crear una Comisión Investigadora para esclarecer las irregularidades reales o supuestas que se hubieran cometido durante el régimen depuesto. Al mismo tiempo se producían innumerables detenciones de personas vinculadas al peronismo y los sindicatos eran asaltados por civiles armados, con apoyo de fuerzas navales.
En noviembre Lonardi fue desplazado por Aramburu, decidido partidario de llevar a cabo una radical "desperonización" del país: había que borrar todo vestigio de ese "mal sueño", extirpándolo de la memoria de los argentinos. Se intervino la CGT y se disolvieron los partidos peronistas, incautándose sus bienes. Idéntica suerte corrió la Fundación Eva Perón, no obstante no hallarse irregularidades en el manejo de sus fondos.
Duración:
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La fiesta del odio. La Hora de los Hornos, Grupo de Cine Liberación. |
Mientras se perseguía, aprisionaba e inhabilitaba a cientos de dirigentes y militantes peronistas, se procuraba eliminar todo cuanto se relacionara con el período pasado. "En los días que sucedieron a la caída de Perón, se destruyeron estatuas, fotos e insignias partidarias, se hicieron enormes fogatas con libros, folletos y documentos peronistas, con sábanas, mantas y muebles de la Fundación Eva Perón porque tenían el escudo de la institución (...) El afán por borrar todo vestigio de peronismo llego a tal extremo que la casa que poseía Evita fue destruida por ser de ella y hasta el hermoso Palacio Unzué en el que vivieron Perón y Evita -residencia oficial de los presidentes argentinos- fue arrasado" (6).
En marzo de 1956 se dictaría el absurdo decreto prohibiendo el uso de insignias o símbolos peronistas, la tenencia de fotografías o retratos de Perón y Eva, y hasta la sola mención de sus nombres, así como de las expresiones "peronismo", "justicialismo" y ''tercera posición".
Los efectos personales, prendas de vestir y otras pertenencias de Perón y Evita fueron expuestas públicamente. Con sus joyas se organizó una subasta: acabaron vendidas, desmontadas y en manos de la oligarquía, contrariando la voluntad por ella expresada en su testamento...
Duración:
40 segundos |
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Locura antiperonista. Por los malos recuerdos históricos que provoca, la dictadura ordena la demolición de una joya arquitectónica: la Residencia Presidencial. |