(1) La política militar 

El peronismo había retornado, por fin, al gobierno. Tenía por delante un largo camino plagado de obstáculos. Un aspecto particularmente delicado, se refería a la formulación de una política con relación a las Fuerzas Armadas. Si en 1946 Perón había podido contar con la aceptación -y aún el apoyo- de buena parte de sus camaradas de armas, y ejercía un sólido control de los mandos militares, en 1973 la situación era diferente. 

Figura 1:
 
El 16 de noviembre de 1972 Perón recibió a los consejos de Planificación Tecnológico y otros grupos profesionales del justicialismo. En la foto de izquierda a derecha: Ema Tacta de Romero, Juan Manuel Abal Medina, Antonio Benitez, Jorge Taiana, Alberto Rodríguez Gallardo, Leopoldo Frenkel, Eduardo SEIT y Raúl Lastiri. 

Gran parte de las Fuerzas Armadas vivía la llegada del peronismo al poder como una derrota, y se retiraba recelosa a los cuarteles. En su seno, la línea nacional era minoritaria y la penetración de la doctrina de la Seguridad Nacional había marcado ya su impronta. 

Figura 2:
 
Perón es visitado por Frondizi en Gaspar Campos el 1 de diciembre de 1972.

En principio, se planteó la cuestión de la designación de los comandantes de las tres armas, que pasarían a denominarse "comandantes generales" en lugar de "comandantes en jefe". Como titular del Ejército fue nombrado el general de división Jorge Raúl Carcagno, en la Armada el vicealmirante Alvarez y en la Fuerza Aérea el brigadier Fautario. 

Figura 3:
 
Acto de constitución del FREJULI en diciembre de 1972 en el hotel “Crillón”, de izq a derecha: Arturo Frondizi, Vicente Solano Lima, Héctor J. Cámpora, Juan Manuel Abal Medina, Salvador Busacca, Antonio Benitez, y Alejandro Díaz Bialet. 

En el caso del Ejército -obviamente la decisión de mayor peso político- se habían manejado varias hipótesis. Algunos pensaban en la conveniencia de una "cirugía mayor", consistente en designar comandante a un coronel, obligando con ello al retiro de la totalidad de los generales en actividad (56 en ese momento). De ese modo, quedaría totalmente descabezada la "camarilla militar" a la que Perón había aludido reiteradamente. 

Figura 4:
 
De izquierda a derecha: Guillermo Amarilla, Jorge Obeid y Juan Carlos Dante Gullo, tres jefes regionales de la Tendencia Revolucionaria. A la izquierda de Gullo está Simón Schumovich, uno de los fundadores del Encuadramiento de la Juventud Peronista, asesinado en 1975.

Sin embargo, el jefe justicialista se inclinó por una solución más moderada, que evitara conmociones mayores en la Fuerza. Carcagno era el menos antiguo de los generales de división, y su acceso al cargo produjo el retiro de los ocho oficiales que le antecedían. Desempeñaba la jefatura del V Cuerpo de Ejército y, en 1969, había estado a cargo de la IV Brigada de Infantería Aerotransportada en Córdoba, teniendo bajo su responsabilidad la represión de los estallidos sociales que tuvieran lugar en esa provincia. 

Figura 5:
 
En la puerta de su casa de Gaspar Campos, Perón despide al Secretario de la CGT José Ignacio Rucci.

Sin embargo, su evaluación de aquellos sucesos había diferido de la ''teoría conspirativa" sostenida por Levingston y Onganía: había reconocido la existencia de una importante participación popular en las jornadas del "Cordobazo". 

Figura 6:
 
Tapa del diario Crónica del 29 de abril de 1973.
Figura 7:
 
Visitan a Perón, el sacerdote Carlos Mugica y el dirigente de UDELPA Héctor Sandler.

Por lo demás, aunque no era peronista, se definía a sí mismo como identificado con la línea nacional y popular. Su desempeño al frente del Ejército confirmaría el acierto de su designación: se trataría de la conducción más nacionalista con que esa institución había contado desde 1955. 

Figura 8:
 
Gaspar Campos, diciembre de 1972, Perón con el teniente coronel Osinde y José Ignacio Rucci.

Esa orientación nacional y antimperialista, identificada con los objetivos sustentados por el justicialismo en su política externa, quedaría manifestada en el discurso que Carcagno pronunciaría en la reunión anual de la Junta Interamericana de Defensa, celebrada en Caracas en septiembre de1973: "Cabe preguntarse -diría Carcagno- cuál es el grado de seguridad de un país en el que en los últimos años se registraron aumentos en los índices de mortalidad infantil y en donde existen sectores de la población que consumen menos proteínas de las que necesitan.

Documentos:

BASES PARA LA NUEVA UNIVERSIDAD, (Federación Universitaria de la Revolución Nacional -FURN-), 1973

Ver

Es verdaderamente irrisorio pensar que puede alcanzarse el éxito confiando en la suma de la potencia de las armas, cuando se va deteriorando progresivamente el hombre, elemento principal de la defensa y la razón de la existencia misma. 

Figura 9:
 
Perón y el presidente de México Lic. Luis Echeverría Alvarez, tras la reunión que ambos mantuvieron en la embajada mexicana en París.

"Los Ejércitos de cada país están obligados dentro de los límites de su competencia, a no ahorrar esfuerzos ni medir riesgos, en su apoyo a los pueblos y a los gobiernos que se nieguen a ser víctimas de un modelo de división internacional del trabajo, diseñado para la opulencia de unos pocos y la paulatina pauperización de la mayoría". 

Figura 10:
 
Perón saludando en una de sus últimas fotos en España. 

Esos conceptos de Carcagno armonizaban con las palabras dirigidas a las Fuerzas Armadas por Cámpora, tanto en su mensaje a la Legislatura cuanto en el discurso del 6 de julio de 1973, pronunciado con motivo de la cena de camaradería: "La misión de las Fuerzas Armadas es defender la soberanía nacional y hacer respetar la voluntad popular ( ... ) Las Fuerzas Armadas están subordinadas al Gobierno Nacional por expresa disposición constitucional y deben, por lo tanto, alinearse con los intereses nacionales que el pueblo votó el 11 de marzo. 

Figura 11:
 
El desarrollista Rogelio Frigerio llega a Gaspar Campos (diciembre de 1972).

Esos intereses nacionales se expresan en la empresa de liberación que, en el orden militar, significa oponerse enérgicamente a toda tentativa de limitación de nuestro poder de decisión, dictada por concepciones estratégicas foráneas ( ... ) la contribución de las Fuerzas Armadas al proceso de reorganización nacional no será pasiva, sino todo lo contrario, una participación activa ( ... ) No cabe entonces aquí la consabida frase de los militares a los cuarteles". 

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