(4) El rechazo opositor

El rechazo de la oposición hacia Eva no sólo se manifestaría en la diatriba, el chiste o el rumor malevolente. La Sociedad de Beneficencia se negó a nombrarla como presidenta honoraria, rompiendo con la tradición según la cual ese título correspondía a la esposa del presidente. La excusa fue "la juventud de la señora Eva Perón".

Figura 19:
 
Evita corta un Pan Dulce el 24 de diciembre de 1946 en la biblioteca “Juan Perón” del barrio de Parque Patricios.

Eva no necesitaba, por supuesto, de ese título para llevar adelante su acción, que según su propia definición no era de beneficencia sino de justicia. Pero su respuesta mordaz no se hizo esperar: "Si no me aceptan a mí pueden nombrar a mi madre".

Duración: 3 minutos
 
 
Evita disuelve la Sociedad de Beneficencia
Reconstrucción ficcionada del Film Eva Perón de De Sanzo.

El 22 de julio, en la Cámara de Diputados, el radical Ernesto Sanmartino había presentado un proyecto de ley para que "las esposas de los funcionarios públicos, políticos y militares, no puedan disfrutar de honores ni de ninguna clase de prerrogativas de las que gozan sus maridos, ni puedan asumir la representación de éstos en los actos públicos". El proyecto no prosperaría, pero a nadie podía ocultarse quién era su destinataria.

Figura 20:
 
Evita con escolares. “Evita dejó claro que la dignidad es inherente al ser humano y que lo único indigno de esta historia es que hubiese gente muriéndose de hambre”. (JDP)

Por alguna oculta razón, el odio oligárquico hallaría en Eva su objeto predilecto. Sería un odio clasista, que crecería paralelo al amor de su pueblo y se concentraría en ella hasta originar un verdadero "mito negro".

Figura 20::
 
Evita con niños en un paseo en automóvil ofrecido por el Sindicato de Conductores de Taxis.


Un párrafo escrito por Ezequiel Martínez Estrada años después, sintetiza admirablemente ese sentimiento: "Ella era la sublimación de lo torpe, ruin, abyecto, informe, vengativo, ofídico, y el pueblo vio que encarnaba atributos de dioses infernales. Su resentimiento contra el género humano propio de la actriz de terceros papeles, se conformó con descargarse contra un objeto concreto: la oligarquía o el público de los teatros céntricos. El Pueblo de los descamisados y grasitas había sido su público". (10).

Figura 21:
 
Evita escucha atentamente a Perón en una reunión con dirigentes de la Unión Tranviarios Automotor.

Contrariamente a lo que suele creerse. la clase trabajadora no erigió -en cambio- un mito como objeto de su amor, ni una imagen beatificada de Eva. Amó y admiró a una Eva de carne y hueso. que se manifestaba a través de obras muy concretas. Tales las conclusiones de un antropólogo extranjero que estudió el tema (11).

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