(1) El conflicto ferroviario

La salud de Eva había mostrado ya signos preocupantes durante los primeros meses de 1950. Tanto los médicos como su marido insistían, una y otra vez, sobre la necesidad de que tomara unos días de descanso. Cuando corría la tercera semana de octubre -y después de hablar al pueblo el 17 - accedió por fin a trasladarse a la quinta de San Vicente: lo hizo como siempre, de mala gana, porque le costaba apartarse de su actividad y la impacientaban las largas horas ociosas. Sin embargo, ahora se sentía cansada y allí podía permitirse una mayor intimidad con Perón alejados ambos de la vorágine de las obligaciones oficiales.

Figura 1:

Portada de la revista" Mundo Peronista", edición año 1951.
Figura 2:

Eva Perón firma autógrafos en un palco junto al presidente.

Las vacaciones estaban previstas hasta el dos de noviembre, pero debieron interrumpirse para hacer posible la presencia de la pareja presidencial en la clausura del Congreso Eucarístico Nacional. Para eso, ambos debieron viajar en automóvil a Rosario, donde permanecieron entre el 29 y 30 de octubre. Eva retornó luego a San Vicente, permaneciendo allí los primeros trece días de noviembre. Fin de año los hallaría en Mendoza, adonde se trasladaron en avión para asistir a los actos de cierre del Año del Libertador. Al regreso, esperaba a Eva una circunstancia adversa.

Figura 3:

El 12 de junio de 1951, Espejo da la señal de partida a un raid automovilístico para promover la reelección de Perón. Al volante del primer automóvil: los hermanos Gálvez.
Figura 4:

Evita saludando en una de sus giras por el interior del país.
Figura 5:
Perón, Evita, Caggiano y Ruffini. en el acto inaugural del Congreso Eucarístico que se celebró en Rosario en 1950.

Figura 6:
Portada del folleto de la Oración que el General Perón pronunciara en el V Congreso Eucarístico Nacional.

Desde los últimos días de 1950 venía gestándose un conflicto laboral en el ámbito ferroviario. Todo empezó con un paro de peones y guardabarreras en la línea Roca, en procura de mejoras salariales, que no tardó en extenderse. Las autoridades de la CGT y la Unión Ferroviaria denunciaron a los huelguistas, afirmando que se trataba de "elementos comunistas contrarios al gobierno".

Figura 7:

Acto en adhesión a Mercante en Necochea, en el año 1950. Su nombre sonaba como posible sucesor de Perón antes de la reforma constitucional
Figura 8:

Evita y Perón disfrutan de una final de fútbol de los Campeonatos Evita.

A la vez, el gremio procedió a intervenir las seccionales más combativas. EI problema se agravó y la Comisión de Emergencia -que actuaba en la ilegalidad- lanzó un paro por tiempo indeterminado. EI gobierno respondió con dureza: declaró ilegal el paro, emplazó a los trabajadores a reintegrarse a sus tareas bajo amenaza de exoneración y decidió el despido de la Comisión de Emergencia. Evita creyó necesario intervenir para buscar una solución.

Figura 9:

Bono Contribución para acto estudiantil pro Reelección del General Perón
Figura 10:

Eva y Perón en un palco durante en partido de fútbol. 31 de enero de 1949.

En la noche del 23 de enero salió a recorrer las estaciones y talleres de la línea Sur para hablar con los huelguistas y persuadirlos de retornar al trabajo. Lo hizo en compañía de Espejo, Isaías Santín y algunos más. En Banfield, Lanús, Temperley, Remedios de Escalada, las estaciones aparecían desiertas. Por fin, encuentra algunos trabajadores y que la miran incrédulos. Los increpa: "¿Qué pasa? ¿Por qué no trabajan...?"

Figura 11:

Tapa de revista alemana que pone como personalidad mundial a Eva Perón entre Churchill y la Reina de Inglaterra. Ante el horror de la oligarquía, los funcionarios burocráticos y la oposición, el nombre de Eva Perón empezó a promulgarse para acompañar a Perón en la fórmula presidencial.
Figura 12:

Evita saludando a enfervorizados simpatizantes, detrás de ella el General Perón.

Los hombres le explican que la huelga la ha dispuesto el gremio y se quejan de la clausura de las seccionales de la Unión Ferroviaria. Evita ordena a Espejo que se reabran las filiales y luego continua su periplo. En Constitución, algunos grupos de trabajadores acuden a saludarla. Ella los insta a levantar el paro: "Ustedes le están haciendo el juego a los contreras -recriminó- vuelvan al trabajo" (1).

Figura 13:

Esquela de propaganda doctrinaria.
Figura 14:

El segundo gobierno justicialista era el gobierno de la organización política. Era tiempo de transformar en poder organizado la conciencia social que había generado la política de justicia social, sin embargo los dirigentes peronistas parecían administrar su cuota de poder sin interesarle los objetivos estratégicos delineados por Perón.

Eva recordaría con amargura aquella circunstancia difícil y su esfuerzo por zanjarla: "En cada lugar hablé con los obreros. Ellos nunca se imaginaron por supuesto verme llegar, y menos a la hora que llegué: el recorrido duró desde las 12 de la noche hasta las 4 y media de la mañana.

Figura 15:

Multitudinario almuerzo del Partido Femenino Peronista en apoyo a la fórmula Perón-Eva Perón.
Figura 16:

Evita habla en la inauguración del policlínico de los trabajadores de la Carne.

"Así pude comprobar que la huelga era inconsulta e injusta desde que los mismos obreros no sabían cuáles eran las razones del paro. (...) Es que yo no concibo que pueda haber en mi país, un solo obrero que no haya comprendido ya, lo que es Perón y todo lo que ha hecho Perón por los trabajadores argentinos" (2).

Figura 17:

27 de julio de 1951. Trabajadores de Vialidad Nacional en el puente Avellaneda, en una demostración de apoyo a la reelección de Perón. Realizan un paro simbólico de 5 minutos.
Figura 18:

Evita a la salida de una de sus jornadas en la Fundación.

La gestión de Eva no resultó, sin embargo, exitosa. El duro conflicto concluyó con despidos y detenciones y la movilización de los trabajadores ferroviarios. No obstante, el cuestionado secretario general de la Unión Ferroviaria debió renunciar y los aumentos salariales solicitados fueron concedidos. .

Figura 19:

Acto de los Centros Femeninos Eva Duarte de Perón.
Figura 20:

Evita inaugura el “Parque de los Derechos de la Ancianidad” el 25 de enero de 1950.

Un poder autónomo

Desde mediados de 1950, todos los gremios que renovaban sus convenios concurrían a agradecer la gestión de Eva, que casi siempre intervenía en las negociaciones. Era frecuente que la visitaran delegaciones deportivas, representantes extranjeros, artistas y científicos.

Figura 21:

Correspondencia recibida en apoyo de la fórmula Perón-Perón en las oficinas presidenciales.

Los egresados de las escuelas y cursos organizados por la Fundación recibían de manos de ella sus diplomas, los congresos científicos la designaban "presidenta honoraria" y los gobiernos extranjeros le otorgaban condecoraciones.

Figura 22:

La propuesta de la fórmula Perón-Perón despertó una tremenda adhesión popular. Las muestras de ingenio y alegría culminarían con la emotiva jornada del Cabildo Abierto.
Figura 23:

Evita junto a Perón en un palco.

"A esa altura de su vida había ganado un prestigio que nadie, salvo Perón, podía igualar. Desde que creara el Partido Peronista Femenino y había asumido la dirección del mismo sembrando el país de unidades básicas, y desde que organizara la Fundación llevando su brazo solidario hasta el último rincón de su patria y aun de países extranjeros, era indudable que Eva Perón había acrecentado su influencia y su poder político como nadie" (3).

Figura 24:

Auto con propaganda de la fórmula Perón-Perón.
Figura 25:

“ Todos llevamos en la sangre la semilla del egoísmo que nos puede hacer enemigos del pueblo y de su causa. Es necesario aplastarla donde quiera que brote si queremos que alguna vez el mundo alcance el mediodía brillante de los pueblos, si no queremos que vuelva a caer la noche sobre su victoria.” (Eva Perón, Mi mensaje)

Inclusive, aunque se ha exagerado en este punto, es verdad que había un grupo de ministros y funcionarios que debían sus puestos a la influencia de Eva o le eran especialmente adictos: tales los casos de Cereijo, Nicolini, Méndez San Martín, Freire o Apold.

Figura 26:

Ciclistas con propaganda de la fórmula Perón Perón.
Figura 27:

Evita incansable en la Fundación, recibiendo el agradecimiento de sus descamisados.

Aunque nunca se oponía u obstaculizaba a Perón, Evita había logrado consolidar un espacio de poder propio, que intuía una influencia no menor en cuestiones de gobierno, aun cuando ella lo negara. Por eso, no sería extraño que a poco andar surgiera la idea de institucionalizar ese poder, que en buena medida era aún informal.

Figura 28:

Homenaje del Personal del Banco Nación a los forjadores del justicialismo.
Figura 29:

“ A los enemigos de Perón yo los he conocido de cerca y de frente.
Yo no me quedé jamás en la retaguardia de sus luchas. Estuve en la primera línea de combate; peleando los días cortos y las noches largas de mi afán, infinito como la sed de mi corazón, y cumplí dos tareas.
¡No sé cuál fue más digna de una vida pequeña como la mía, pero mi vida al fin! Una, pelear por los derechos de mi pueblo. La otra, cuidar las espaldas de Perón.” (Eva Perón, Mi mensaje)

“Mordisquito” 

Mientras tanto, Enrique Santos Discépolo se filtra por las noches en los hogares, a través de la radio, con el talento y la mordacidad de las charlas con "Mordisquito": un típico representante de la oposición irreductible, que todo lo critica. 

Figura 17:

Enrique Santos Discépolo.

Discepolín ironiza los argumentos de los "contras": "Antes no te importaba nada y ahora te importa todo... y protestás. "¿Por qué protestás? Ah, no hay té. Eso es tremendo. Mirá que problema. Leche hay, leche sobra; tus hijos que alguna vez miraban la nata por turno, ahora pueden irse a la escuela con la vaca puesta... pero no hay té. Y según vos no se puede vivir sin té. Te pasaste la vida tomando mate cocido, pero ahora me planteas un problema de estado porque no hay té. Claro, ahora la flota es tuya, ahora los teléfonos son tuyos, ahora los ferrocarriles son tuyos, ahora el gas es tuyo, pero... ¡no hay té!... " 

Documentos:

Libro Mordisquito. Relatos Radiales
de Enrique Santos Discépolo.
Ediciones Pueblos del Sur


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“La verdad, yo no lo inventé a Perón, ni a Eva Perón la milagrosa. Ellos nacieron como una reacción a tus malos gobiernos.”

  Audio

Mordisquito de Enrique Santos Discépolo.
 
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