El 7 de julio Farrell designa al coronel Perón como vicepresidente de la Nación, con retención de sus cargos de ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión. La relación con Eva ya es pública: dos días después ella faltará a la grabación de su programa de radio, para acompañar a Perón a la función de Gala del Teatro Colón.
Duración:
1 minuto |
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Evita en la velada del Colón. Reconstrucción del film Juan y Eva, de Paula de Luque. |
Por esos días, las actividades políticas del coronel se hacen mas intensas que nunca: mantiene frecuentes contactos con dirigentes radicales, especialmente con los hombres de FORJA y los sectores opuestos a la conducción del partido. Fracasaran, sin embargo, sus esfuerzos por obtener el apoyo del prestigioso dirigente cordobés Amadeo Sabattini.
Cuando políticos y sindicalistas visitan a Perón en el departamento de la calle Posadas, Eva asiste invariablemente a esas reuniones. El coronel la presenta a todo el mundo y ella permanece silenciosa en un rincón, observándolo y escuchándolo todo.
En esas jornadas, Perón va perfilando su personalidad política y Eva -que a veces sirve café a los asistentes, sorprendidos por esa presencia femenina- hace simultáneamente su propio aprendizaje. Más tarde recordaría Perón: "Me seguía como una sombra, me escuchaba atentamente, asimilaba mis ideas, las elaboraba en su cerebro hirviente y agilísimo y seguía mis directivas con una precisión excepcional" (1).
Duración:
50 segundos |
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Perón asume como Vicepresidente y habla a los trabajadores reunidos
en la plaza de Mayo. |
Esa afirmación de Perón sugiere que, por aquellos momentos, ya Eva asumía alguna clase de funciones políticas. Un relato de Paco Jamandreu -que era su modisto y llegaría a ser su amigo- así parece confirmarlo: recuerda haberla acompañado en una visita a una villa de emergencia situada en las proximidades de Rivadavia y Lacarra (2).