La vertiginosa actividad de Eva continuaba: el 20 de abril clausuró el Congreso Nacional de la CGT; el 21 visitó un barrio de emergencia incendiado en Isla Maciel; el 1° de mayo recibió el saludo de los ministros; más tarde almorzó con dirigentes partidarios y recibió a los miembros de la Corporación de Profesores de Religión y Moral.
Según se ha dicho, Ivanissevich tenía motivos para estar inquieto por la salud de Eva: incluso revelaría -años después- que al operarla había descubierto la presencia de un quiste en su matriz. Lo cierto es que, con tenacidad, el ministro insistía en que se dejara examinar cuidadosamente para formular un diagnóstico más preciso. También se entrevistó con Perón: "-Mi general- dijo -, es necesario proceder rápidamente y con energía. La señora debe descansar... Es preciso que se interne en una clínica y siga rigurosamente los consejos médicos... La actividad que despliega la está dañando enormemente..." (6).
Es conjeturable que Perón también habrá sugerido a Eva la necesidad de una nueva revisación, pero ella renegaba de interrumpir su actividad: como si intuyera que su tiempo vital se acortaba y, en lugar de buscar la curación, sintiera la urgencia renovada de hacerlo todo...
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Eva y Perón visitan un buque de la armada brasileña. Perón recibe la orden del Cruzeiro do Sul. |
Además desconfiaba de Ivanissevich. Algunos funcionarios de su confianza -en especial Méndez San Martín- le hablaban mal del ministro de Educación: " ... no era una persona confiable, tenía rarezas, ni siquiera se lo consideraba un buen médico, quería hacer méritos a costa de la salud de la Señora... " (7).
Se trataba de versiones interesadas, provenientes de quienes pretendían favorecerse con el desprestigio de Ivanissevich (a su renuncia, Méndez San Martín le sucedería en el cargo). Pero Eva acabaría por persuadirse de que, con el pretexto de su salud, buscaban apartarla de la actividad política.
Lo cierto es que cuando el cirujano le planteó una vez más la necesidad de una nueva internación, ella reaccionó con violencia: "- ¡A mí usted no me toca porque yo no tengo nada!- recuerda Ivanissevich que dijo Evita. -¡Lo que pasa es que me quieren eliminar para que no me meta en política! ¡Y no lo van a conseguir!- " (8).
La tormentosa entrevista terminó -se dijo- con un carterazo proporcionado por Eva en el rostro del médico. Comprensiblemente, Ivanissevich presentó su renuncia y se negó a retirarla a pesar de que Perón intervino personalmente, para disculpar la actitud de su esposa.
El 17 de mayo se anunció públicamente la dimisión y al día siguiente Belisario Gache Pirán -ministro de Justicia- asumió interinamente la cartera vacante. Poco más tarde, ésta quedaba en manos de Méndez San Martín.
Notas
1- Féliz Luna - "Perón y su tiempo" Vol.II (Sudamericana, 1985)
pag. 97.
2- Otelo Borroni y Roberto Vacca - "La vida de Eva Perón" Tomo I
(Galerna, 1970) pag. 237.
3- Ibid. pag. 238.
4- Ibid. pag. 238.
5- Marysa Navarro - "Evita" (Corregidor, 1981) pag. 255.
6- Benigno Acossano - "Eva Perón: su verdadera vida" (Ed. Lamas,
1955) pag 123.
7- Félix Luna Op. Cit. pag. 263.
8- Ibid. pag. 102.