El jefe estaba en España, y eran muchos los que peregrinaban hasta allí para que los tuviera presente. Yo nunca lo hice, no creía que mi presencia en Madrid fuera indispensable si no tenía algo importante que decirle. No obstante, la deferencia de Perón se mantenía.
En otra ocasión, creo que fue por 1962, el peronismo, encubierto con el nombre de partido laborista (porque estaba prohibido usar Perón o peronista) se iba a presentar a las elecciones de la provincia de Buenos Aires. El candidato a gobernador era Framini, pero circulaban cartas y cintas magnetofónicas falsas de que Perón no aprobaba ni la concurrencia ni la candidatura de Framini.
Fui llamado urgentemente a Montevideo para una conferencia telefónica con Perón: me dijo que con premura fuese a la convención laborista que esa noche elegiría a Framini candidato a gobernador y les dijera que lo votasen a él como vicegobernador. Volví de inmediato a Buenos Aires: era una noche de lluvia y no encontraba un remise para ir al sindicato donde estaba reunida la convención.
Hablé por teléfono con Vandor para pedirles que no eligieran vicegobernador hasta que yo llegara, pues traía el nombre que Perón proponía para el cargo. Cuando llegué al sindicato encontré que no me habían hecho caso, habían elegido candidato a vicegobernador al doctor Anglada, tal vez suponiendo que mi premura era porque le había pedido a Perón que me incluyese a mí, "Perfectamente -dije a Vandor, que estaba rodeado de los demás convencionales- ustedes sabrán lo que hicieron, pero debo informarle a Perón que les avisé con tiempo que esperaran el nombre propuesto por el jefe. “¿A quién proponía el jefe?”, preguntó el lobo. Al general Perón. Tuve que repetirlo. “Pero este Perón quiere que nos prohíban ir a la elección”. Ustedes sabrán lo que hacen. Yo me retiro, he cumplido mi deber. Tuvieron la poca gentileza de mandar a alguien a Montevideo, para confirmar con Perón lo que yo acababa de decirles; cosas de gente que no se da cuenta con quienes tratan.
La confirmaron, y así se proclamó la fórmula Framini-Perón.
Por supuesto fue vetado, pero su propósito se consiguió. Los peronistas supieron que aprobaba la concurrencia a elecciones y su candidato era Framini. La fórmula Framini-Anglada (a quien debió ponerse en reemplazo del vetado), ganó ampliamente, y poco después Frondizi caía de la presidencia.