Quienes Somos

La Fundación Villa Manuelita tiene como objeto la revisión de la historia del peronismo y la difusión de sus principios ideológicos y doctrinarios.

Revisar la historia es tarea ingrata, pero hondamente argentina; es buscar la verdad, y valorar esa verdad con criterio patriótico: de esa tarea saldrá la Argentina de mañana, libre de tutelas extranjeras, y con argentinos llenos de fe en su patria.

La historia de Perón no es fácil , por cierto. Su cercanía a la vida presente de los argentinos y su innegable influencia en el futuro de ellos, torna contravertida cualquier interpretación de su trayectoria. Sin embargo, nunca más necesario, quizás, que en la actualidad, aparece el sentido de su reactualización y análisis. Porque la encrucijada del presente habla por sí sola de lo imprescindible de rescatar la propuesta revolucionaria del Peronismo, esa que personificó Perón en términos históricos indelebles.

Nuestra tarea  es un intento de abrir la discusión o de imponer un interrogante para ser discutido.  No pretende bajar una línea definida de acción sino que trata de estimular un proceso de autocrítica y profundización del sentido revolucionario del Peronismo.

Quizás algunos conceptos sean vertidos con una vehemencia poco común. Pedimos disculpas por eso de antemano y aclaramos que tiene que ver con las convicciones que poseemos, pero que nunca pretenderán ser verdades fundamentalistas, solo ideas y propuestas.

La historia es la conciencia de la patria, se ha dicho. Y es nuestra verdad indudable que nosotros no sabremos qué es nuestra patria mientras se mantenga la tergiversación del pasado argentino.

Nuestro Nombre

El nombre de esta Fundación es un homenaje a la inclaudicable conducta y lealtad del pueblo trabajador, que forjó junto al General Perón y Eva Perón el movimiento de masas mas revolucionario de América Latina.

Eran los tiempos de la Revolución Libertadora. Una época con miles de presos, con sindicatos asaltados por comandos civiles y en plena persecución de la dictadura golpista. Eran momentos de graves claudicaciones en el movimiento nacional, con el líder desterrado deambulando prácticamente sólo por Latinoamérica y un multitudinario festejo de la Argentina “decente” que tomaba las calles para exteriorizar su odio hacia los trabajadores y los grasitas.

Sin embargo en la plaza de un barrio obrero de la ciudad de Rosario,  apareció un cartel con una pintada sencilla pero contundente, que mostraba el espíritu combativo de la heroica resistencia popular que comenzaba.

“…Rosario pasó a ser una especie de Capital política del peronismo. Por muchos meses conservé un volante donde los habitantes de una sufrida barriada obrera “Villa Manuelita” desafiaban al mundo con más o menos estas palabras: “Los Estados Unidos, Rusia, Inglaterra, reconocen a Lonardi. Villa Manuelita reconoce a Perón…”

Juan Domingo Perón

Testimonios de una resistencia heroica

Estos son los resistentes de Villa Manuelita y Tablada al sur de Rosario.

Entre otros, compañeros Villareal, Albornoz, Platía, Trapani, Molero, Perossi, Rivas, Mastrogiusseppe, Antonio Novarese y Emiliano Perez.

Inauguración de la Plaza Eva Perón en Colón y Ayolas. De izq. a derecha, Cros Trujillo, Perico, Ludueña Peyrano y Cardozo.

1ra directora de la Escuela N 114 de Villa Manuelita. Srta Zoraida Vespa junto al Presidente de la Cooperadora José Arcadio Cardoso. Compañeros Rolando Ulibarrie, Andino, Trejo y el cro Armando.

Comisión organizativa del Monumento Eva Perón en la Seccional 16 (ex 18).

Reunión de niños en la casa de la Compañera Maruca Flores.

Extraordinario documento que testimonia un “cumpleaños ficticio” de compañeras en el barrio Villa Manuelita. Se organizaban para disimular las reuniones políticas prohibidas por la dictadura. Ellas fueron las protagonistas principales de la resistencia en el barrio.

Los resistentes hoy

21 de Mayo de 2016. Acto en la Plaza Eva Duarte de Perón. Barrio Tablada. “…En la Plaza Eva Perón de Tablada,barrio en que me crié y me hice militante con los compañeros de la heroica resistencia , rememorando el surgimiento del peronismo con compañeros históricos como Chiche Di Marco,”El Zorro” Moreno y Pedro Molero, sobrino de Emiliano Përez. Además Corina Perez,Leonilda Chichita Lauden, Meibel Temporelli, María Eva Di Marco, María Del Carmen Salomón, Silvia Estepa, Adelina Cardozo. Juan Carlos Villarreal Martinez, Juancito Raimondi, Hugo Milito, El Corto Oscar Canepa, Daniel Albrizio,compañero Mauro,y Daniel Di Giacinti, de Buenos Aires y Sergio Toto Monserrat, de la Fundación Villa Manuelita….”

Cra Berta Temporelli


Compañeros de la Resistencia Peronista: Adelina Cardoso, Mario “Zorro” Moreno y Chiche Di Marco.

Cra Berta Temporelli y “Toto” Monserrat, presidente de la Fundación Villa Manuelita Rosario.

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HOMENAJE DE LA MILITANCIA A UNA GESTA HEROICA!

Villa Manuelita No se rinde!!

La militancia peronista recuerda, se une y lucha!

El sabado 3 de junio en la Plaza de la Resistencia, en el barrio Villa Manuelita en Rosario, el Encuentro de la Militancia Peronista y la Fundación Villa Manuelita realizaron un homenaje a los héroes de la resistencia .

“El tanque histórico y testigo, de los combates de los héroes de la resistencia que enfrentaron a la dictadura del 55, pareció temblar emocionado cuando, un grupo de jóvenes militantes peronistas provenientes del conurbano bonaerense, se trepó a los postes y a la ventana del tanque, e hizo flamear, como hace 67 años atrás, la BANDERA DE GUARDAPOLVOS BLANCOS”…

Con la consigna “VILLA MANUELITA NO SE RINDE”

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Finalizado el acto se realizó el Plenario de la Militancia Peronista en el Sindicato de Dragado y Balizamiento. Gran debate y participación de todos los compañeros!!

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Historias de Villa Manuelita, cuna de la resistencia peronista

JOSE ALBERTO “el negro” NAVARROsu militancia, AFOA, el Dr. Sialle, su enfermedad y su tarea póstuma.

Estimado compañero Daniel Di Giacinti:

Mi nombre es Daniel Emilio Tolosa. Soy de la ciudad de Rosario, nacido en barrio Saladillo, muy cerca del barrio conocido como Villa Manuelita.

Lo que le pasaré a detallar tiene que ver con la vida de muchos militantes peronistas de la ciudad de Rosario y con la institución que ud. conduce.

En la década del noventa, vivía en Barrio Parque, donde mi suegro, Carlos Joaquín Thomsen, era dirigente peronista de la seccional 5°.
Entre los muchos compañeros-amigos que tenía él, estaba José Alberto  Navarro, el negroNavarro, excelente fotógrafo y camarógrafo profesional.

JOSE ALBERTO “el negro” NAVARROsu militancia, AFOA, el Dr. Sialle, su enfermedad y su tarea póstuma:

Navarro me contaba frecuentemente sobre su militancia en diversos sindicatos.
Su tarea de fotógrafo, lo había convertido en un militante nómade. Era conocido por dirigentes políticos y gremiales, quienes siempre lo llamaban para realizar alguna tarea relacionada con su oficio. Allí donde se realizaba un acto peronista, allí estaba el compañero con su cámara. Sus trabajos también eran solicitados por el diario “La Capital” de Rosario, decano de la prensa argentina.
Durante la última Dictadura,Navarro pasó, como muchos, momentos difíciles. Había discutido fuertemente por lo que ocurría en el país con un alto jerarca del Opus Dei, situación que lo puso en riesgo de ser un desaparecido más.
Cuando me lo contó, me dijo, con su gran sonrisa, que alegraba lo triste: “Yo no creo mucho en Dios, pero ese día, mi “ángel de la guarda” me salvo de la parca”.

AFOA:

Por ese entonces, el negro participaba en la organización AFOA (Agrupacion Folclórica Argentina). AFOA nucleaba a una gran variedad de artistas rosarinos. Los mismos, unidos por la bandera de la Patria, conmemoraban todos los 27 de febrero, el día del nacimiento de nuestra enseña nacional, en la genial idea de su creador, el general Manuel Belgrano, allá por 1812.
Con tal fin,  se organizaba un evento único en el Parque Nacional a la Bandera, frente al Monumento y a orillas del majestuoso río Paraná. La zona se vestía de azul y blanco y decenas de bailarines homenajeaban a la bandera. Músicos y cantantes deleitaban a la inmensa concurrencia rosarina, que asistía gratuitamente.
Pequeños artistas, familiares de los integrantes de la organización, podían hacer sus primeras armas en las tablas. Como un vínculo nacional, el folclore y el tango entrelazaban su presencia.
José Navarro era el fotógrafo oficial del evento, tarea por la cual jamás cobró un peso, ni siquiera por el material utilizado.
Él era uno de los miembros más activos en la organización del evento. Sonriendo, nos decía : “Muchachos, yo no bailo, no  canto, no toco ningún instrumento, así que algún otro laburo debo hacer”.
Su mayor logro fue traerlo a Antonio Tormo, el autor de la bella canción, entre otras, “Rosario de Santa Fe”, quién concurrió al encuentro de manera gratuita.
De esa epopeya de AFOA, rescato un nombre: Leandro Lovato, un niñito que subía a esos escenarios, junto a su familia: “Los Lovatos” y con su  violín deslumbraba a toda la concurrencia . Hoy, ese niño, es un artista de primera línea nacional. En el 2007 fue nombrado Revelación del Festival de Cosquin. Fue director musical de Tamara Castro hasta su lamentable fallecimiento, y todos los veranos, aquellos que amamos nuestra música nativa, lo vemos recorriendo distintos festivales de nuestra Patria.
Leandro ha sido y será catalogado, como el gran orgullo de AFOA
El negro tenía una sonrisa contagiosa, siempre de buen humor. Recuerdo a mis hijas disfrutando de su simpatía. Sin que nadie le dijese nada, aparecía en los cumpleaños de las niñas y filmaba la fiestita. Luego compaginaba y les regalaba el video. Así era nuestro amigo, puro corazón
En la calle Callao al 1400 nos recibía junto a su compañera, la amable Zulema Medina, y allí nos quedábamos charlando por horas. El principal debate era la grandeza de la Patria.
Fueron fantásticos momentos, hasta que las nubes negras del destino oscurecieron nuestras vidas.

SU ENFERMEDAD:

En el año 1984, yo había ingresado al hospital Provincial de Rosario, unos de los nosocomios más importantes de la región y al margen de la labor administrativa que ejercía, mi función social como peronista, me llevaba a gestionar la atención médica a los amigos que necesitaban atención hospitalaria.
Un día me llama por teléfono el negro Navarro y me cuenta que padecía, desde un largo tiempo, una tos persistente, Le conseguí un turno en el servicio de Neumonología y luego de varios estudios de rigor, lamentablemente, los profesionales diagnosticaron cáncer de pulmón.
En verdad fue muy duro para José, para su familia y para todos nosotros, sus amigos-compañeros.
José deprimió profundamente, ya que los médicos tratantes, le pronosticaron seis meses de vida,a pesar del duro tratamiento de quimioterapia.

EL DR. SIALLE Y LA TAREA PÓSTUMA:

Pasadas unas pocas semana, me contó, que días atrás concurrió al consultorio  de su amigo y compañero, y por ese entonces, Director de Hospital Psiquiatrico “Agudo Avila”, el psiquiatra Juan Manuel Sialle.
La charla fue muy sincera, Navarro era consciente que el tiempo se le acababa.
El Dr Sialle, gran buceador de la mente humana y conocedor del espíritu militante de su gran amigo, pergeño una noble idea.
Viendo que el negro no saldría del pozo emocional que lo abatía, le propuso lo siguiente: ” Che Negro, si vos decís que te vas a morir, bueno, te vas a morir, pero te propongo que hagas algo póstumo, algo que quede para las futuras generaciones”.

APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL MOVIMIENTO NACIONAL:

Navarro convocó a sus amigos, todos compañeros peronistas, a fin de idear esa tarea. En verdad, él ya tenía la idea  y nos la  propuso: Realizar una documentación fílmica de los sucesos acaecidos en nuestra ciudad, luego de la caída del general Perón, el 16 de septiembre del 55.
Todos los militantes jóvenes y no tan jóvenes, teníamos una vasta información de lo ocurrido en Rosario por esos días. Al decir de Pedro Vaccari, fue “una gesta patriótica”.
…..Y nos pusimos en marcha, y nuestro amigo recupero su actitud, su sonrisa, y sus ganas de hacer.
Su casa se convirtió en un  bunker donde todos traíamos ideas, contactos, gestionábamos entrevistas con aquellos gloriosos compañeros que se opusieron al golpe apátrida.
Su amada Zulema no paraba de hacernos café y deliciosas masitas.
En la casa de Navarro o en el domicilio particular de los entrevistados se fue forjando un documento único, histórico.
Todos aportábamos algo, todos estábamos tan encendidos como José, todos nos habíamos olvidado de la enfermedad, y creo, que él también.
Los compañeros Benjamín Pozo y Miguel Rodriguez ponía a disposición sus vehículos, se cargaban las cámaras y nos dirigíamos a la casa del entrevistado.
El negro Navarro y Santiaguito Canepa eran los “cámaras”.
El incansable Oscar “El Corto” Canepa, coordinaba junto a Navarro, todo lo planificado.
Mi tarea fue conectar a la compañera Leonor Tomé, con quien me unía una entrañable amistad familiar y militante. Mi orgullo fue gestionar la entrevista a la gran caudilla de barrio Saladillo.
Valiosa fue la tarea de los compañeros Pedro Vaccari, Carlos Bertuccelli y Luis Mainelli, quienes aportaban libros, documentos, revistas, discos, diarios, afiches y filmografia de la época investigada.
Mabel Montero fue la encargada del diseño grafico.
Zulema, la mujer de José, como buena anfitriona, estaba en todos los detalles.
El locutor de los eventos peronistas, de ayer y de hoy, fue el querido compañero Daniel Báez.
Juntos conformamos el grupo “Pa´que más” y la documental llevo por título:
“Apuntes para una Historia del Movimiento Nacional”.

VILLA MANUELITA NO SE RINDE
La cañonera paraguayaEl famoso Cartel en el Tanque. El pasaje “Resistencia”.
El Compañero Emiliano Peres. Homenaje a las compañeras del barrio

De ese populoso y humilde barrio del sur de la ciudad de Rosario, ubicado a la vera del rio Paraná, concurrieron a la casa de calle Callao, los compañeros Rubén y Alfredo Perozzi (hijo y padre) y el compañero Ponce, quienes contaron con emoción  los detalles de la gesta peronista:
“__Todo sucedió cuando nos enteramos que la cañonera paraguaya, que trasladaba al general Perón al Paraguay , pasaría por Rosario. Todo el barrio se movilizó hacia el río__” así comenzó la charla.

__”En el Tanque de agua, símbolo del barrio, pusimos el famoso CARTEL que decía: LOS YANQUIS, LOS RUSOS Y LAS POTENCIAS RECONOCEN LA LIBERTADORA, VILLA MANUELITA, NO .Todos los días iba la policía, lo sacaban y se lo llevaban a la comisaría. Al rato le poníamos otro. Al final los milicos se cansaron y lo dejaron ___”

__” Con el correr de los años y en reconocimiento a la gran tarea militante del barrio en esos duros momentos,  a un pasaje que está ubicado junto al Tanque le pusieron de nombre RESISTENCIA en homenaje a esos grandes luchadores”__.

___ “ Quiero resaltar la figura de un gran compañero del Barrio de Villa Manuelita: Emiliano Peres, un hombre que por su lucha y por su entrega a la causa, sufría privaciones de todo tipo. Fue el emblema de la Resistencia rosarina___”

__” Debemos agradecer infinitamente, la labor de nuestras mujeres, estas compañeras jamás nos controlaban las muchas horas de reunión que pasábamos fuera de casa. Bravas criollas que cuando la mano venía pesada, no dudaban en envolverse en una bandera argentina e impedir el paso de un tanque de guerra.__”

La epopeya del barrio del TANQUE, en bocas de estos compañeros, no hace mas que reconocer la admirable lucha de estos hombres que al grito de PERÓN, PERÓN entregaban su vida por el Justicialismo. Muchos compañeros cayeron bajos las balas asesinas de los gorilas de ayer, de hoy y de siempre .

El trabajo de investigación continúo con las siguientes entrevistas:

Dr. Carmelo Coraza y Cro. Tomás Acosta: Relataron las populosas movilizaciones desde los  barrios Arroyito y Empalme Graneros hacia el Centro de la ciudad y la atroz represión policial.
Cro. José Marmol: Relató la lucha en Br. 27 de Febrero y Av. Ovidio Lagos en Barrio Parque, bastión peronista. La Llegada de la gendarmería. Represión y muertes. Estuvo dos meses internado sin el conocimiento de su familia.
Cra.Leonor Tomé: Relató anecdotas de la Resistencia Peronista. Su especial cuidado y protección del Monumento de Eva Peron en Barrio Saladillo.
Cra.Natividad Rivas ( Naty) y Cra. Maria D .de Tallarico (la tía): Realizaron la confección del Corazón Peronista en Homenaje a Evita, como todos los 26 de Julio en el Cristo Redentor de Rosario.

El material que he subido a you tube en mi canal : daniel emilio tolosa, está en Crudo, ya que antes de compaginar las distintas entrevistas de una manera ordenada, el querido amigo Navarro, me llamó a su casa y me entregó un compendio de todas las entrevistas y me dijo: “Danielito guardalo, tal vez un día sea necesario.”  Me llamó la atención , porque por esos días, se estaba trabajando en la concreción del video, donde sumadas a las entrevistas, también contenía documentación de esa época. Se estaba concluyendo con una excelente investigación filmográfica.

Esta fantástica documental fue proyectada el 7 de junio de 1996 en  el sindicato de FOETRA de Rosario y el 1 de julio en el Sindicato de Unión Viajantes.
El compañero Navarro estuvo presente en ambas proyecciones, su estado de salud ya era muy delicado, había sobrevivido dos años más de lo pronosticado por los médicos. La enorme tarea de lo proyectado, le alargó la vida, a pesar del sufrimiento de la secciones de quimioterapia que le aplicaban 3 veces por semana.
Un día me dijo: “Viste Dany, yo no pierdo el pelo por las quimios, yo, ya lo había perdido antes, pero no pierdo las mañas”. Su rostro cansado denotaba su precaria salud.
Finalmente en febrero, creo el 21, del otro año , Jose Alberto el negro Navarro, falleció, nos dejó, pero a su vez DEJÓ algo muy importante para el Movimiento Nacional, se fue de esta vida con su tarea cumplida.
Es nuestra obligación seguir exhibiendo este documental.

Pido mil disculpas, porque es seguro que me he equivocado en fechas, nombres, u otros datos, pero han pasado ya veinte años y en verdad, mi memoria a veces flaquea.Su querida compañera Zulema, falleció hace pocos años
Muchos compañeros que participaron en esta tarea, también han pasado a la eternidad. Vaya nuestro mas profundo agradecimiento

Estimado Daniel, sé, porque me han invitado, que algunos compañero del grupo “Pa´que más” han pasado dicha filmación en distintos organismos sociales y políticos, pero al advertir que en vuestra biblioteca virtual fílmica no se encontraba, tomé la iniciativa para que sea parte de la noble tarea que vienen realizando.
Además, deseo agradecerles el nombre de la fundación. Villa Manuelita es un ícono del peronismo rosarino, es nombrada por Perón en el libro ” La Fuerza, el derecho de labestias”, el gran compañero Leonardo Favio, la recuerda en esa magnifica obra que fueSinfonía de un Sentimientoy otros compañeros han aportado recuerdos
Dejo, para finalizar la nota, un párrafo de la gacetilla que entregamos el día que presentamos la documental en sociedad-:
Sin cuadros  que dirigieran la lucha, hombres, mujeres, niños y ancianos se lanzaron a la calle y durante dos días dominaron ésta, la segunda ciudad de la República. Pasearon triunfante los estandartes Peronistas,  atronaban al aire con vivas a Perón y Evita, enfrentaron con valor los tanques y armas automáticas de algunos regimientos; valiéndose, las más de las veces, de palos o simplemente a puño limpio, desafiando el sistema.

Querido compañero, al escribir este último párrafo, la emoción me embarga, y el recuerdo de mis padres: Blanca y Emilio Tolosa, me hace aletear el corazon, ellos también participaron de dichas movilizaciones.
Vaya un saludo cordial y esperando que dicho material sea de utilidad para vuestra Fundación. Un gran abrazo

VER DOCUMENTAL AQUI

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El nacimiento de la Resistencia

Aquellos días de septiembre: el primer tetazo fue hace 65 años, en barrio Tablada y por Perón


Por Guillermo Correa
Publicado por  elciudadanoweb.com
La Cigarra Cooperativa de trabajo


Apenas corrieron las noticias del golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955, barrios de todo el país se convirtieron en focos de resistencia que fueron sofocados a sangre y balas. Berta, quien entonces no había llegado a la adolescencia, relata postales de zona sur de aquellas semanas de angustia


















Berta Temporelli, autora del libro “Una Piba Peronista”.


Berta tenía apenas 11 años y estaba azorada por todo, todo lo que, de un día para el otro, comenzó a ver, a escuchar, incluso a adivinar. Aunque ya había percibido que algo no andaba bien, todavía podía ocupar buena parte de su tiempo jugando. Hasta que un día todo cambió. En realidad fueron varios, y uno peor que el otro en aquel invierno que había arrancado tranquilo en el apacible barrio de Tablada y Villa Manuelita. Una semana, acaso dos, duró la esperanza de poder hacerles frente en aquella primavera de sangre.

Berta narra que los que vivían en la barranca habían trepado todos juntos, arrancando por el principio de Gaboto, pero apenas cruzaron Abanderado Grandoli los barrieron a tiros de ametralladora; y que esas armas eran disparadas por civiles. Y muchas otras, pequeñas pero batallas al fin, que vio o que le fueron contando. Y en una de ellas fue en la que ocurrió: pasando el tanque de agua de Grandoli al 4000, las mujeres del barrio, y de otros barrios de ahí hacia el sur, formaron una columna y comenzaron a avanzar hacia el centro. Y frente a pelotones de soldados que habían sido movilizados desde Corrientes, que ya estaban parapetados para cerrarles el paso, se desprendieron sus blusas y los desafiaron. ¡Tiren!, les gritaron con los pechos al aire.

El primer “tetazo” registrado en el siglo XX fue con trapos celestes y blancos, protagonizado por mujeres que apenas cuatro años antes habían podido votar por primera vez en sus vidas, que hacía seis que habían logrado la patria potestad compartida, y que hacía menos de un año que habían conquistado la ley de divorcio. El primer tetazo registrado fue en 1955, en Rosario, en el barrio Tablada, haciéndole frente a un golpe de Estado, y al grito de: ¡Perón! ¡Perón!

“Los yanquis, los rusos y las potencias reconocen a la Libertadora. Villa Manuelita no”
Berta es Berta Leonor Temporelli, y todavía vive en Tablada, el barrio al que siempre terminó volviendo. Volvió de las buenas épocas, cuando la movilidad social que había imprimado el peronismo en el poder le abrió otros horizontes a su infancia, con una chance de prosperar a la que su papá no le rehuyó, y toda la familia por un tiempo anduvo lejos. Y volvió de las malas épocas, cuando con ese todavía adolescente que conoció ahí mismo, en un asalto (que entonces no tenía nada que ver con un robo) y se convirtió en su compañero de toda la vida, tuvo que esconderse y huir cuando otro golpe, más oscuro y letal todavía, barría con sus compañeros, sus vecinos, su propia familia.

El primer tetazo registrado fue en 1955, en Rosario, en el barrio Tablada, haciéndole frente a un golpe de Estado, y al grito de: ¡Perón! ¡Perón!

Golpe a golpe, Berta fue caminando las calles de su barrio de trabajadores, con su parte más pobre, la que se hizo famosa con una pintada que la inmortalizó para siempre. “Los yanquis, los rusos y las potencias reconocen a la Libertadora. Villa Manuelita no”, dejaron escrito manos anónimas en una persiana, y la foto que la mostraba volvía a nacer con cada generación que la siguió inmortalizando, con mimeógrafo primero, con imprenta, con audiovisuales, en pantallas de televisión, hasta que el salto a las redes digitales la tornó global, viral, el testimonio vivo de un tiempo y de un barrio. Son postales, anécdotas, y también trágicos recuerdos y duelos de aquel intento inicial de resistencia.
De aquellos días se están cumpliendo 65 años, pero lo cierto es que ese foco no se apagó con septiembre, sino que permanecería vivo por los siguientes 17 años, a veces más calmo, a veces con fuertes enfrentamientos, huelgas y sabotajes.

A las armas

Poco se sabe hoy de los días que siguieron al 16 de septiembre de 1955. En Rosario, como en todo el país, se intentó borrar por la fuerza la memoria de lo que habían sido aquellos años, esos a los que todos los sindicatos, o casi, se refieren como “los mejores días de los trabajadores”.
Incluso muchos desconocen o directamente descreen de que hubiera existido un bombardeo sobre la Plaza de Mayo y la Casa Rosada sólo tres meses antes del golpe, que un mortero de media tonelada haya caído sobre un transporte escolar segando todas las vidas. El más cruento atentado terrorista de la historia nacional, cometido por la aviación naval y que dejó al menos 350 muertos y un millar de heridos y mutilados es, insólitamente, un hecho fuera de la historia para negacionistas.
Incluso aunque el profuso registro fotográfico y fílmico de las secuelas que dejó el ataque –y del raíd mismo– tornen irrefutable su existencia. Y aun cuando ahora mismo se continúe impulsando declarar aquella triste fecha como el real bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina. Sus cazas interceptores obligaron a huir y derribaron al menos a una aeronave enemiga 27 años antes de la Guerra de Malvinas, en el mismo momento en que el teniente Ernesto Adradas apuntó y disparó las armas de su Gloster Meteor contra un North American de la Marina de Guerra que había intentado escapar siguiendo las líneas de las vías del ferrocarril desde Retiro.

Aquel oscuro septiembre de 1955 terminó en Rosario con al menos 400 muertos, entre niñas y niños, mujeres y hombres

Tres meses después de la batalla aérea sobre Buenos Aires, en Rosario, y en tierra, se combatía con menos tecnología. Con nula tecnología, para el caso. Las crónicas, reconstruidas y vueltas a dispersar secuencialmente, cuentan que casi toda la Policía de la ciudad y el Regimiento 11 permanecieron leales al gobierno democráticamente elegido, y que las fuerzas golpistas movilizaron tropas desde la Mesopotamia para asegurar el nuevo orden.

Berta recuerda de aquellos días a columnas que marchaban, ocupando calle y vereda, con un grito: “La vida por Perón”. Que venían desde el sur, doblaban por Gaboto, donde empezaba el pavimento, y seguían hacia avenida San Martín para intentar llegar al centro. Y que un día, cuando traspasaban 27 de Febrero rumbo a Pellegrini, fueron baleadas desde un edificio.

Que otro día, un grupo que tenía el dato esperó agazapado a estudiantes universitarios que llegaron con cadenas, dispuestos a arrancar el busto a Eva Perón en el ingreso a la Administración General de Puertos. Los emboscaron y los persiguieron a fierrazo limpio. Uno de los que defendieron aquel símbolo era el propio padre de Berta. Y otro, según supo después, quien había sido secretario General de la Unión Ferroviaria: su hija Adelina Cardoso relató los mismos hechos, con calcada exactitud.

Le tiraron. Lo bajaron de un balazo cerca del cuello, lo dieron por muerto y lo arrojaron en una camioneta

Berta recuerda a muchos hombres y muchas mujeres. Entre ellas a Leonor de Tomé, quien logró rescatar y escondió en su propia casa el busto de Eva Perón que estaba en las entonces Diana y avenida Lucero.

Y rescata el testimonio vivo de José Mármol, un joven entonces, que se trepó a una columna a colgar estandartes de Perón y Eva Perón encima de la parada del tranvía 15, en Ovidio Lagos y 27 de Febrero. Cuando llegó un contingente militar, que venía disparando, se envolvió en una Bandera y se volvió a trepar a la escalera: “¡Viva Perón, la puta que los parió! ¡Tiren!”, contó él mismo que les gritó. Y le tiraron. Lo bajaron de un balazo cerca del cuello, lo dieron por muerto y lo arrojaron en una camioneta. “Al llegar al Comando me vino a ver un oficial y cuando se me arrimó le escupí la cara. Me dio un puñetazo y ordenó mi traslado a la Asistencia Pública, de Rioja y Balcarce”, recordó poco tiempo atrás, vivo, anciano y lúcido, el propio Mármol.

Berta, José y muchos otros militantes lograron reconstruir que aquel oscuro septiembre de 1955 terminó en Rosario con al menos 400 muertos, entre niñas y niños, mujeres y hombres. Y con cientos y cientos –nunca se supo cuántos– heridos.

Amor y militancia

Berta creció y, con el tiempo, se sumó a quienes entraron a la adolescencia con la niñez quebrada por el golpe del 55, la Revolución Fusiladora y la Resistencia que se empezaba a hacer mítica, no sólo clandestina. En esos años conoció a “Pelusa” con quien se fue encontrando de a poco, hasta que no se separaron más.

Pelusa es Pedro Bluma, fallecido en mayo de 2004, quien fue concejal de Rosario en la década del 80, tras volver del exilio “no concheto” que ambos transitaron: sin plata, su vía de escape y supervivencia a la última dictadura fue Paraguay. Los dos, junto al también fallecido ex sacerdote tercermundista Santiago Mac Guire, al abogado detenido-desaparecido César Tabares, al escritor Horacio Báster y otros dirigentes integraron en la década de 1960 el Movimiento Revolucionario Peronista en Rosario.

En su libro “Una Piba Peronista”, Berta Temporelli deja testimonio de ella misma, de sus vecinos, y de muchos de los protagonistas de las luchas obreras en barrio Tablada antes y después del golpe que derrocó al presidente Juan Domingo Perón, de la Resistencia, el Rosariazo y finalmente la última y más sangrienta de las dictaduras que destrozaron al país.



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Villa Manuelita
la memoria y la esperanza

Libro en pdf

Presentamos el libro de Pablo Hernández, Villa Manuelita, la memoria y la esperanza, editado por Casa del Folclore.

Las inolvidables jornadas del comienzo de la resistencia peronista en un humilde barrio obrero de las afueras de Rosario. Acciones que marcaron con su ejemplo el camino de la voluntad popular de pelear por la dignidad avasallada.

Un relato apasionante que describe las heroicas jornadas del pueblo trabajador en una demostración de lealtad irrenunciable para con su líder.

Pablo Hernández con el boxeador Goyo Peralta en la contratapa de la publicación.

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Rosario: Villa Manuelita no se entregó en 1955

(Otro Relato)

Por Juan Carlos Cena

“En lo político, lo real es lo que no se ve”

(José Martí)

El 16 de septiembre de 1955, un golpe de estado derrocaba a Juan D. Perón.

Es el umbral de otra época, donde se alternarán tiempos de democracia restringida, y dictaduras militares. La proscripción del peronismo, principal fuerza política del país, obligó a sus militantes a generar prácticas de lucha entre las bases de los trabajadores peronistas, que se transformaron en las primeras manifestaciones de resistencia obrera, luego llamada Resistencia Peronista. Resistir era la consigna.

El Gobierno Provisional presidido por el general Pedro E. Aramburu, inauguraba una nueva fase de la Revolución Libertadora: habían desplazado al general Lonardi, una hegemónica política liberal, donde se implementaría un programa económico privatista, el desmantelamiento del modelo estatal-industrialista, distribucionista del peronismo y la desarticulación de las instituciones socio-políticas peronistas: Unidades Básicas, sindicatos, y otras organizaciones y agrupamientos.

En el campo de las organizaciones laborales, el gobierno fijo como objetivo principal, desperonizar a los trabajadores.

Comenzaba la resistencia obrera peronista, que luego se extendió a otras identidades políticas. Rosario, no bien se dio el golpe de Estado, fue uno de los lugares más resistentes: ese día, obreros del puerto, de la zona sur, de los mataderos con sus caballos, del frigorífico Swift, estibadores, las mujeres con el pecho desnudo, como el 17 de octubre de 1945: Gente y más gente rumbean para el centro de Rosario, esta ciudad es prácticamente tomada por el pueblo peronista. Levantaron barricadas en las calles, en las esquinas, cortaron el tránsito. La huelga paralizó la ‘capital durante varios días’. Pasaron por arriba a la policía que no atinaba a nada.

Un poco más al sur de Rosario, entre las barriadas más pobres, está Villa Manuelita, con una sola calle principal, Abanderado Brandoli, de barro mejorada con empedrado grueso como lecho para las vías del tranvía número once. Ahí está el frigorífico Swift, único pasaporte a la dignidad para los habitantes de la villa miseria. (…)

Ellas sabían de las novedades del alzamiento de Córdoba y que con ojos angustiados se miraban entre sí preguntándose, sin palabras, qué pasaría con el frigorífico. (…) Con el ajetreo, a una de ellas se le desabrochó la blusa y asomaron sus pechazos blancos apenas atrancados por el último botón de la cintura. Parece la imagen de la República Francesa enarbolando como bandera el delantal blanco de su hombre. En eso, giró su cabeza hacía la entrada de la villa y, dirigiéndose hacía un enemigo aún invisible, empezó a agitar al aire la ropa y a decir con fuerza, pero gravemente: ¡Vengan! ¡Tiren! ¡No le tenemos miedo! ¡Viva el general Perón! ¡Viva la compañera Evita!. La vorágine se había desatado. Ligadas por un acuerdo mudo, ancestral, comenzaron a bloquear las vías del tranvía con enormes piedras, levantándolas con una fuerza descomunal. ‘¡Villa Manuelita no se rinde! ¡Viva Perón! ¡Mueran los traidores! ¡Viva Evita! ¡No van a pasar!. Los gritos se entrecruzaban en diferentes lenguas, dialectos y acentos pero, juntos decían una sola frase ¡Viva Villa Manuelita!

Llegaron los militares, se inició la represión. Por la calle Abanderado Brandoli avanza una formación de soldados que había llegado con la orden de tomar el tanque de agua.

(…) La mujer del pecho desnudo comenzó a golpearse y dejaba surcos en cada gesto salvaje convertido en imán para el resto de las mujeres que empezaron a desabrocharse las blusas y a sacar sus pezones, únicas armas para defender la supervivencia. ¡Villa Manuelita no se rinde! ¡No hay libertad con hambre! ¡Evita vive! (…) de una casilla llevaron una pila de delantales blancos. Las mujeres empezaron a unirlos con alfileres, uno al lado del otro, hasta reunir varios metros de tela blanca. Sobre la bandera improvisada escribieron, con brea, bien clarito ‘Todos los países reconocen a Lonardi. Villa Manuelita no lo reconoce’ (…) de la columna de jinetes, tres soldados se apearon y lentamente se acercaron al tanque. Venían con la orden de quitar la bandera que desafiaba al general rebelde. Las mujeres arrastraban a sus hijos pequeños que lloraban y los alzaban consagrándolos hacia Dios que, a lo mejor, estaba en el cielo: ¡Adelante..! ¡Mátenlos!…¡Asesinos!…¡mátenlos!…¡tiren cobardes!’ Los tres soldados se dieron media vuelta y volvieron corriendo. Dicen que uno iba llorando. Y Villa Manuelita, firme, no se rendía! (No me olvides. Memoria de la Resistencia Peronista 55-72-Edit. Biblos-Carulli-Caraballo-Cafiero-Charlier.

Rosario fue tomada por el pueblo peronista. Se alzaron contra el golpe militar pero no tenían nada más que las manos, la indignación y mucha bronca. La huelga paralizó a la capital del peronismo durante varios días. Perón había dicho que prefería el tiempo a la sangre. En esa ciudad y otros lugares del país, hubo sangre en las calles del pueblo que derramaron en su nombre por un largo tiempo. El pueblo se quedó con la sangre en el tiempo. Sólo los tanques pudieron hacer retroceder a los resistentes rosarinos. Pero nunca penetraron al centro de Villa Manuelita.

Día 16 al 21 de septiembre de 1955, en la ciudad de Córdoba, la Aeronáutica junto a civiles, tomaron por asalto casi todos los sindicatos. Ocuparon la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA). Un grupo de civiles partidarios de la Revolución Libertadora convocó a una reunión para hacerse cargo del gremio. Compañeros delegados, activistas peronistas y comunistas, encabezados por los compañeros Guardia (Resistencia Peronista), y Canelles (Partido Comunista), se opusieron a tal maniobra. Este era uno de los primeros pasos de unidad que se daban, para resistir a este nuevo proyecto de país

El 9 junio se produce un alzamiento militar encabezado por el general Valle, properonista, en varias guarniciones. El día 10 se impone la ley Marcial. Después de dos días de resistencia el levantamiento fue derrotado. La represión fue brutal y precisa: veinte militares y nueve civiles fueron fusilados sin que éstos hubiesen matado a ningún partidario del gobierno. Los trabajadores (civiles) participantes fueron masacrados en los basurales de la localidad de León Suárez, provincia de Buenos Aires sin ningún tipo de juicio. La clase obrera en su conjunto resistió desde 1955 hasta esa fecha, período donde fueron violentamente reprimidos.

Desde los tiempos de la masacre de La Patagonia no se fusilaban obreros; los militares repitieron la masacre en los basurales de José León Suárez.

A pesar de ello y de todos los compañeros caídos, torturados y detenidos, jamás pudieron desarticularlos ni vencerlos. Al contrario, la clase obrera peleó palmo a palmo el poder al capitalismo, en el marco de la lucha de clases; resistió, se organizó y salió a dar batalla.

El gobierno resolvió llamar a elecciones. Frondizi ganó después de pactar con Perón y con las fuerzas de izquierda. Asumió el 1º de mayo de 1958. Las luchas continuaron y la represión no cesó, era una constante. Hay huelgas en los gremios bancarios, médicos, petroleros (YPF), el 27 de noviembre de 1958 el gobierno decretó la movilización militar al gremio ferroviario. Los encarcelaron en los propios lugares de trabajo.

Al iniciarse 1959, Frondizi soportó uno de los actos resistentes más significativos de la clase obrera: la toma del frigorífico Lisandro de la Torre, hecho donde participó activamente el activismo de la Resistencia Peronista, con Sebastián Borro a la cabeza. Fue la primera acción territorial de la Resistencia Peronista.

El 14 de febrero de 1960 se implantó el Plan Conintes -Plan de Conmoción Interna. Sancionado durante el gobierno de Perón y reglamentado por el de Frondizi, para combatir al terrorismo y, ordenó el procesamiento de los trabajadores detenidos por un tribunal militar.

Los trabajadores ingresaban a la década del ’60 resistiendo y combatiendo, cara fue su libertad para el poder económico y político. Durante todo el gobierno de Frondizi los conflictos no se detienen. Frondizi, éste, todo lo que pactó con Perón y las otras fuerzas políticas, lo tiró por la borda y obedeció los requerimientos de los yanquis.

Hay movilizaciones, huelgas, marchas, actos asambleas en forma permanente. Ante esta situación desbordante, las fuerzas armadas depusieron a Frondizi, haciendo jurar a José María Guido como presidente de la República. Las luchas continuaron. De nuevo elecciones.

Ganó el Doctor Arturo Illia, con el peronismo proscrito. Nombró como canciller a Zabala Ortiz, que participó en el bombardeo a Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955, junto a Roque Carranza, luego Ministro de Defensa de Alfonsín, dejó víctimas esparcidas por la plaza, las calles, los ómnibus incendiados con trabajadores, mujeres y niños en su interior. Este fue un salvaje acto represivo contra el pueblo. Fue el primer estallido. La oligarquía descargaba sin piedad sobre el pueblo todo ese odio rancio acumulado, de linaje. Ese bombardeo salvaje demostró una vez más, que a los factores de poder no les tiembla el pulso, ni escatiman absolutamente nada, para no perder en la confrontación de la lucha de clases. Toda la sociedad simiesca aplaudía las muertes, no existía en ellos aflicción cristiana, sino el gozo oligárquico de la muerte de clase. La muerte era de los otros, fueron 350 muertos y más de dos millares de heridos. Ellos no olvidaron nunca la lucha de clases. En esta puesta en práctica, utilizaron la violencia sin medir ningún costo. Ellos sólo miden: la ganancia máxima.

Al fin, para la oligarquía vacuna y sus socios nacionales y extranjeros, el 26 de junio de 1966 fue depuesto el doctor Arturo Illia. Los tres comandantes: Marina, Aeronáutica y Ejército en nombre del orden, derrocaron al doctor Illia. Un oficial de caballería, el general Juan Carlos Onganía es nombrado democráticamente por estos tres, Presidente de la República. Perón dice: que es un general pundonoroso y hay que prestarle atención; agregó más adelante: hay que desensillar hasta que aclare.

La burocracia sindical obedeció. Todas las organizaciones que representaban al gran capital nacional y extranjero, la sociedad Rural, ganaderos y terratenientes, el doctor Arturo Frondizi desplazado, también, por un golpe de estado, apoyaron a este golpe de Estado. Muchos repudiaron el golpe de estado, emitieron documentos y se pusieron en estado de alerta.

Pero el intelectual, doctor en física, Ernesto Sábato le cantaba así al golpe: Llegó el momento de barrer prejuicios y valores apócrifos que no responden más a la realidad (…) por eso la gente ha sentido un profundo sentido de liberación. Ojalá que la serenidad. La discreción, la fuerza sin alarde que ha manifestado Onganía en sus primeros actos sea lo que prevalezca, y podamos al fin, levantar la gran Nación.

No bien se hicieron cargo la represión fue lo primero. Las bases sindicales resultaron los estamentos organizativos más golpeados. Es que es allí donde se manifestó la oposición al régimen no bien éste asume. Son intervenidos los Sindicatos Ferroviarios y de Prensa de la Capital Federal, Personal de la Universidad.

El SUPA, -Sindicato Unico de Portuarios Argentinos-, decretó un paro con movilización en la zona del puerto de Buenos Aires, se oponen al intento de cambiarles las condiciones de trabajo, los trabajadores portuarios resistieron la medida, son brutalmente reprimidos, son los iniciadores de la resistencia en las calles, en esta etapa que recién comenzaba. Los portuarios fueron los primeros en resistir el proyecto de la dictadura de Onganía… llegó el momento de barrer prejuicios, había alentado Sábato.

TAMBIEN EN VILLA CARAZA?

Nota agregada en Facebook en respuesta a la publicación de la nota anterior, por Graciela Gutierrez:

“… habrá sido algo de la unidad de concepción de la que hablaba Perón, o vaya a saber que, pero en Lanús , para esas épocas apareció una pared pintada con brea,a la semana del golpe que también decía…” Todos los países reconocen al gobierno militar…Villa Caraza, NO!!…” ha sido nuestro orgullo militante de toda la vida y me atraviesa el alma saber de esta historia que nos unió en el tiempo sin saber…”

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¡Villa Manuelita NO SE RINDE!

Por Natalia Jaureguizaar

Y esta naciente resistencia dio sobradas muestras de dignidad. Algunas de esas historias nos arrancan una sonrisa cómplice. Otras, sencillamente conmueven por su bravura.

Comenzaban años muy duros y el pueblo se disponía a demostrar que no estaba dispuesto a dar un paso atrás. También dejaban claro que de Perón y Evita habían aprendido a no ponerse de rodillas, por más poderoso que pareciera el enemigo.

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Una consigna que marcó el camino de la dignidad popular

Eran las semillas sembradas del espíritu libre que estaban germinando en los corazones de quienes habían sido sus únicos privilegiados y su único modelo de hombre. La clase trabajadora daba muestras de su decisión y coraje.

Los “comandos civiles” se dedicaron a cazar peronistas en todo el país y entregarlos a los militares y a la policía golpista. En Rosario, el pueblo peronista se preparaba para resistir el golpe de la fusiladora.

Panaderos, pizzeros, pasteleros, trabajadores del gremio de la madera, hicieron barricadas en las calles, en las esquinas, cortaron el tránsito. La CGT lanzó a los obreros a las calles en grandes columnas. Los trabajadores fueron atacados por helicópteros que tiraban bombas de gases y por francotiradores de los “comandos civiles” compuestos por socialistas, comunistas, religiosos y radicales que disparaban desde los techos.

Avión utilizado para bombardear a civiles indefensos con el Cristo Vence pintado en el fuselaje.

Estados Unidos, Inglaterra y Uruguay –entre otros— se apuraron en reconocer al gobierno de los golpistas.

Pero, en una de las villas de Rosario, se vivió un ejemplo de conmovedora dignidad. Esa integridad de la que se habían apropiado cuando se les enseñó que la libertad no se negocia. Eran los herederos de la “tercera posición”: Peronistas, ni yankies ni marxistas.

Así nace una de las más pintorescas historias de la naciente resistencia cuando una trabajadora del frigorífico Swift, de pronto, giró su cabeza hacia la entrada de Villa Manuelita y dirigiéndose hacia un enemigo aún invisible, empezó a agitar la ropa que estaba lavando y gritó: “¡Vengan! ¡Tiren! ¡No les tenemos miedo! ¡Viva el general Perón, carajo! ¡Viva la compañera Evita!”. La rebelión se desató, el resto de las mujeres dejaron de lavar y comenzaron a levantar enormes piedras para bloquear las vías del tranvía. De una casilla llevaron una pila de delantales blancos que otras mujeres unieron con alfileres, uno al lado del otro hasta reunir varios metros, sobre esta bandera improvisada que colocaron en el tanque de agua, escribieron con brea: “Todos los países reconocen a Lonardi. VILLA MANUELITA, NO”. Los hombres aparecieron con hachas para cortar los eucaliptos y cruzarlos delante de las tanquetas. Villa Manuelita era una república que se atrincheraba para la guerra.

Las pintadas, luego, gritarían desde las paredes: “Los yanquis, los rusos y las potencias reconocen a la fusiladora, Vila Manuelita NO”.

“Comandos civiles” de la revolución libertadora en Córdoba.

Por Abanderado Grandoli avanzaba una formación del ejército con la intención de tomar el tanque de agua para quitar la bandera; de la columna militar se desprendieron tres soldados, las mujeres se pusieron adelante y desprendiéndose las camisas y mostrando los pechos, levantando sus pequeños hijos que lloraban hacia el cielo lluvioso; desafiaban: “¡Adelante!… ¡mátenlos!… ¡asesinos!… ¡tiren cobardes!”. Los soldados dieron vuelta, uno de ellos lloraba…Villa Manuelita, no se rendía. El ejército hizo otros tres intentos por sacar la bandera, siempre fueron corridos a pedradas y ladrillazos hasta fuera de la villa mientras les cantaban la “marchita”.

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Villa Manuelita contra el resto del mundo

Autor: Felipe Pigna

En Asunción del Paraguay, un corresponsal le preguntó al presidente derrocado qué pensaba hacer para volver al poder en la Argentina. Perón lo miró y le respondió “Nada. Todo lo harán mis enemigos”.

Y allí estaban sus enemigos para comenzar la faena. Tal como había ocurrido con el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930, el alzamiento armado de septiembre de 1955 –autodenominado “Revolución Libertadora”– fue llevado a cabo por una alianza integrada por civiles y militares que gustaban llamarse “nacionalistas”  y “liberales”. 

El golpe fue apoyado por la mayoría de los partidos políticos que se habían opuesto al peronismo, la Iglesia, la Sociedad Rural, las cámaras empresarias, la banca y la siempre solícita embajada de los Estados Unidos que en un cable secreto señalaba:

el gobierno provisional que asumió luego de la Revolución del 16 de septiembre [...] ha resistido muchas presiones más allá de nuestros mejores deseos y es el gobierno más amistoso respecto de los Estados Unidos que ha existido aquí en años y ha demostrado convicciones y motivaciones democráticas [...]. Por lo tanto sería importante para nuestros intereses ayudar a nutrir a esta tierra plana y hacer lo que esté a nuestro alcance para asegurar su continuidad y crecimiento. 

Mientras las principales potencias reconocían al nuevo gobierno, en Villa Manuelita, una barriada muy pobre cercana al frigorífico Swift, en la zona sur de Rosario, bajo la atenta de las fuerzas represivas de la caballería, un grupo de mujeres, junto con sus pequeños hijos, colgó un cartel en el tanque de agua. Lo habían escrito con brea sobre una improvisada tela armada con guardapolvos cosidos y allí podía leerse: “Todos los países reconocen a Lonardi. Villa Manuelita no lo reconoce”. Cuenta Juan Vigo:

De la columna de jinetes, tres soldados se apearon y lentamente se acercaron al tanque. Venían con la orden de quitar la bandera que desafiaba al general rebelde. Las mujeres arrastraban a sus pequeños hijos que lloraban y los alzaban consagrándolos hacia Dios que, a lo mejor estaba en el cielo: “¡Adelante!… ¡mátenlos!… ¡asesinos!… ¡mátenlos!… ¡tiren cobardes!” Los tres soldados se dieron media vuelta y volvieron corriendo. Dicen que uno iban llorando. Y Villa Manuelita, firme, no se rendía […]. El 23, mientras Lonardi entraba triunfante en Buenos Aires, vitoreado por todas las especies del antiperonismo y la oligarquía, Villa Manuelita adherida a su agonía, resistiéndose a morir de indignidad. Los soldados intentaron tres veces sin éxito sacar la bandera que desconocía el triunfo del golpe. Fueron corridos a piedrazos y ladrillazos a las afueras de la Villa por una muchedumbre que coreaba el nombre del presidente depuesto. Habían montado guardias al pie del tanque y nadie aflojaba. Pero los festejos no pueden esperar: la oligarquía aguarda su banquete y lo quiere en paz y el país tiene que demostrar que está en calma. Se descarga toda la oleada represiva en un solo día y comienzan a avanzar las tanquetas, los caballos y desde las avionetas empiezan a tirar latas con gases lacrimógenos que explotan sobre los techos de las casillas. 

En las barriadas humiles, en los cordones industriales, en el interior profundo, al borde de las cañas de azúcar, de los algodonales, las familias peronistas sabían que más allá de las proclamas y los discursos, el gobierno que asumía no venía precisamente a liberarlos, sino más bien a todo lo contrario, a llevarse por delante todas las conquistas sociales, todos los derechos adquiridos. Sabían también que comenzaría la revancha de los poderosos y por lo tanto había que prepararse para una larga lucha.

Recordaba uno de los miembros de aquella resistencia:

La resistencia comienza en la mesa familiar, en la cual todos estaban indignados, las mujeres lloraban. Después con los vecinos, nos dimos cuenta que debíamos hacer algo y comenzamos a pintar “Perón Vuelve”. Los Comandos Civiles habían llenado las paredes con “Cristo Vence”, que era una cruz con una letra v en el medio. Entonces, nosotros convertíamos la cruz en una letra p. En algunos sitios, ellos le agregaban “muerto”. Pero la imaginación popular es inagotable, y un anónimo le agregó “de risa”: “Perón vuelve muerto de risa…” 

Referencias:
Por nacionalistas debe entenderse derechistas ligados a la Iglesia católica.

No está mal aclarar que es demasiado generoso llamar “liberal” a un sector autoritario y represivo de un golpe de Estado; así lo hacen, sin embargo, sin usar comillas, muchos autores que han trabajado sobre el período. Quizás valdría la pena recordar la frase de Alberdi: “Los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto ni conocen. Ser libre, para ellos, no consiste en gobernarse a sí mismos sino en gobernar a los otros. La posesión del gobierno: he ahí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he ahí todo su liberalismo. El liberalismo como hábito de respetar el disentimiento de los otros es algo que no cabe en la cabeza de un liberal argentino. El disidente es enemigo; la disidencia de opinión es guerra, hostilidad, que autoriza la represión y la muerte” (Escritos póstumos, Editorial Cruz, Buenos Aires, 1890, tomo X).

Citado en Jane van der Karr, Perón y los Estados Unidos, Vinciguerra, Buenos Aires, 1990, pág. 282.

Juan Vigo, Crónicas de la resistencia. La vida por Perón, A. Peña Lillo, Buenos Aires, 1973.

Testimonio de Enrique Oliva en Nicolás Damin, Plan Conintes y Resistencia Peronista 1955-1973, Instituto Nacional Juan Domingo Perón, Buenos Aires, 2010, pág. 112.

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La historia de una foto

Según distintas versiones de los historiadores populares, el cartel de Villa Manuelita se realizó sobre tela de delantales de obreras de la carne.

Sin embargo el libro sobre los Documentos de la Resistencia del compañero Baschetti reconstruyó en su tapa el famoso mural y ésta es la imagen que se usa a partir de allí para rememorar la heroica resistencia de Villa Manuelita. Esta es la historia de esa fotografía en el relato de una de las compañeras que participó en la producción.

“Hola, mi nombre es Cristina ,vivo ahora en Mar del Plata . Fui hasta hace poco de la ciudad de La Plata . Cuando con mi ex esposo se busco la tapa para el Documento del 55 de la colección Documentos de Roberto Baschetti queríamos esa foto, por ser emblemática de la resistencia. No existía, así que con Raúl fue hermoso fabricarla. Cargamos latas de cal y agua, polvo de grafito y agua y las brochas ademas de la cámara de fotos. En verdad parecíamos medios raritos . No la hicimos en cualquier lugar . Como buenos peronistas que somos, elegimos un barrio de resistentes . El barrio Swift de Berisso. El pibe que nos presto la pared de su casa también lo era, un anónimo peronista que no entendía lo que queríamos hacer y se emocionó mucho cuando se acercaba la gente a ver (nadie entendía la frase tan fuera de tiempo ) el solo pidió a cambio un libro cuando estuviera impreso. Baschetti se lo dedico emocionado. Todo quedo espectacular. Se los quería comentar por que es muy fuerte la emoción para mi de que tengan esa foto como perfil en el face. Deben saber lo que significa para cualquier peronista leerla y sentirla. Como la siento yo. Un abrazo.”  Cristina Izaguirre

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Crónica de los diarios rosarinos en los días de movilización y resistencia peronista

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No me olvides

La flor de No me Olvides es el ícono de nuestra Fundación. Su espíritu tiene plena vigencia en la actualidad, donde un manto de tergiversación histórica sobre los postulados revolucionarios del peronismo se abaten sobre nuestro movimiento para provocar la inacción y división en nuestras filas.

Profundizar nuestra historia para buscar en ella los elementos que nos clarifiquen el camino hacia la construcción de la Democracia Social y Popular que nos liberará, es un camino irrenunciable de todos los militantes peronistas.

“…la Libertadora detuvo, encerró a todos los que pudo (…) los diarios lanzaban una incesante lluvia de improperios descalificando, injuriando al movimiento caído. El temor se extendía ante un gobierno siniestro que reabría el tétrico penal de Ushuaia para sus adversarios políticos” (1), esa cárcel del infierno blanco que la “barbarie” peronista había clausurado, años atrás, por considerarla inhumana.

“Cómo hacíamos para encontrarnos, reconocernos, hablarnos? – relata Marcos-. En aquel tiempo, todos éramos otros y nadie decía nada. Eramos como ostras cerradas hasta que algo leve, un mutismo expresivo, una manera especial del silencio o un no sé qué difícil de explicar, cómo si fuera un código esotérico para iniciados únicamente, nos hacía reconocernos como compañeros (…).surgían, a veces, algunos signos de reconocimiento, de expresiones pintorescas, por ejemplo, los emblemas de no me olvides en la solapa del saco, el silbido de “fumando espero”, un viejo tango que hicimos resurgir(…). Así reconocíamos, un cumpa, un hermano, un peronista”(2).

(1) (2) Marcos César, en revista Peronismo y liberación, agosto de 1974.

Publicado en “Perón, Exilio Resistencia, retorno y muerte.” de Norberto Galasso.

LA CANCION DEL NO ME OLVIDES

Arturo Jauretche

No me olvides, no me olvides,

no me olvides,

es la flor del que se fue.

No me olvides, no me olvides,

volveremos otra vez.

Es el novio de la Patria

de la Patria que le espera.

Volverán los no me olvides,

volverán en primavera.

¡No me olvides, no me olvides,

No me olvides!…

Canta el pueblo de Perón.

No me olvides sobre el pecho,

no me olvides pegadito al corazón.

Volverán los no me olvides

cada año a florecer.

Con la flor de no me olvides

no olvidando esperaré.

No me olvides, no me olvides.

No me olvides,

es la flor del que se fue.

No me olvides, no me olvides,

No me olvides,

volveremos otra vez.