Como Director de Correos fue designado Oscar L. Nicolini, cargo que ansiaba el Teniente Coronel Francisco M. Rocco. Este argumento fue utilizado por el ejército “gorila” para acordar un pronunciamiento contra Perón, pues Nicolini era amigo de Evita.
El lunes 8 de octubre, Perón reúne a todos los Jefes militares de la oposición; ese día cumple 50 años. “El general Eduardo Avalos —recuerda Franklin Lucero— exigió la renuncia del nuevo director de correos, Oscar Nicolini, y su reemplazo por el teniente coronel Rocco. Con ese motivo se concretó otra conferencia en el Ministerio, durante la cual Perón comunicó a los jefes de unidades que mantendrá el nombramiento de Nicolini por tratarse de un empleado meritorio con más de 25 años de servicio y haber solicitado su ascenso el personal superior y subalterno del Correo. Ante la negativa del ministro de Guerra, Avalos y sus acompañantes se retiraron de Campo de Mayo evidentemente insatisfechos”.
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La renuncia. Relato de Juan Perón. |
Perón había dicho en esa oportunidad: “Yo no puedo continuar así. Primero impusieron que el Doctor Bramuglia abandonara la Intervención de Buenos Aires, y yo le pedí que renunciara, en beneficio de nuestra concordia; luego impusieron al Ministro del Interior la eliminación de la Subsecretaría de Informaciones y Prensa, y también se realizó.
Ahora exigen la renuncia del Señor Nicolini, nombrado por el Presidente a Propuesta del Ministro del Interior. Yo no estoy dispuesto a intervenir para que renuncie; prefiero irme a mi casa”. Luego de terminada la reunión, Perón informa al Presidente de la Nación sobre lo acontecido. El día 9 los militares de Campo de Mayo por intermedio del general Avalos exigen a Farrell la renuncia de Perón. Fueron muchos los que sugirieron a Perón que reprima el levantamiento.
Se negó pese a tener conocimiento de las tropas leales siempre preparadas para reprimir. Esperó la decisión de Farrell. El general Pistarini llega con un escueto mensaje de Farrell para Perón: “Él quiere que renuncie”.
Acto seguido da la orden de detener cualquier movimiento y solicita papel. Escribe su renuncia:
“Excelentísimo señor Presidente de la Nación:
Renuncio a los cargos de Vicepresidente, Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión con que vuestra excelencia se ha servido honrarme. Fdo. J. D. Perón”.
Al recordar el episodio Perón dice: “La entregué al general Pistarini y dije: “Se la entrego manuscrita para que vean que no me ha temblado el pulso al escribirla”. Se había cerrado un capítulo de mi existencia. Di gracias a Dios por haberme permitido hacerlo sin sacrificar una sola vida en holocausto de la irreflexión o el apasionamiento”.
El 10 de octubre el gobierno acepta la renuncia de Perón y designa como Ministro
de Guerra al general Eduardo J. Avalos. Perón se despide de sus partidarios
y en los balcones de la Secretaría es terminante: “Pido orden para que sigamos
adelante en nuestra marcha triunfal; pero si es necesario algún día pediré
guerra”.
Orden y tranquilidad es lo que solicita pero la tensión irá en aumento, en
horas más será detenido.
“...el empleo en la secretaría no es un puesto administrativo, sino un puesto de combate, y los puestos de combate no se renuncian, se muere en ellos. |
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Discurso de despedida del Coronel Perón de la Secretaría de Trabajo y Previsión. Duración: 2 37 minutos |
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