(5) El fin de las tutorías civiles

La participación en la política de la mujer fue intuida por Perón desde el conocimiento de Evita. Claro que si una multitud de mujeres recibieron con fervor el nuevo derecho a votar, otro tanto, lo hicieron con tímidas sonrisas y cierta reticencia. Todo está dentro de un marco lógico, pues hasta el 9 de septiembre de 1947, día en que el Congreso aprueba el estatuto; ratificado dos semanas después por ley 13.010; la política, esa actitud tendiente a conservar, modificar u obtener el poder para el bien común, era como en la Grecia de Pericles, una actividad varonil.

Duración: 20 segundos
 
 
Evita habla en el lanzamiento del Censo Peronista Femenino.
 
 

“Porque detrás de las humoradas —dice Pavón Pereira—, de las escépticas especulaciones sobre la madurez política de la mujer, se oculta el ancestral machismo hispanoamericano, que sufre un rudo golpe.



Ilustración alegórica de la conquista de los derechos de la mujer.

Se oculta también —en niveles más racionales y politizados— un pavoroso miedo al cambio: esa legión de mujeres que un día acudirá al comicio constituye una incógnita que trastocará irremediablemente el clásico panorama electoral. Los cándidos suponen que no es problema: la mujer votará igual que el marido…”.

Figura 37:

Evita exponiendo sobre los derechos sociales de la mujer. “Más que una acción política, el movimiento femenino tiene que desenvolver una acción social ¡Precisamente porque la acción social es algo que las mujeres llevamos en la sangre! Servir a otros es nuestro destino y nuestra vocación y eso es acción social… No aquello otro de “vida social” …¡que eso es todo lo contrario de la acción…!

Eva Perón

Había antecedentes en nuestra historia. En 1927; durante el gobierno provincial del Dr. Cantoni y tras la entusiasta prédica de la doctora Lanteri, que abogaba por el voto femenino desde 1911; las sanjuaninas votaron por vez primera. Para que todas las mujeres argentinas votasen, tuvieron que esperar al 11 de noviembre de 1951, cuando el peronismo, con la fórmula PerónQuijano, triunfaba con el 66% de los sufragios.

Duración: 2:30 minutos
 
 
El voto femenino. Discurso de Eva. Relato de Juan Perón.
 
 

Pero Evita trata sobre el voto femenino ya en su primer discurso oficial: “La mujer Argentina —dijo en dicha oportunidad— ha superado el período de las tutorías civiles. Aquella que se volcó en la Plaza de Mayo el 17 de octubre; aquella que hizo oír su voz en la fábrica, en la oficina y en la escuela; aquella que día a día trabaja junto al hombre en toda gama de actividades de una comunidad dinámica, no puede ser solamente la espectadora de los movimientos políticos. La mujer debe afirmar su acción; la mujer debe votar”.



Juan Perón, Evita y un niño en un palco en un acto oficial.

A partir de entonces, es común verla en el Congreso, dialogando con legisladores para gestionar el apoyo de la futura ley 13.010. Pero estaban quienes entendían desde las anteojeras de la “inteligenzzia” que la nueva ley era una “maniobra política”. Tal es el caso de Victoria Ocampo, desde la revista “Sur” y la Federación de Mujeres Argentinas.

Tres años antes de su muerte física, el 26 de julio de 1949, Evita preside la primera Asamblea Nacional del Movimiento Peronista Femenino, en el Teatro Cervantes. Desde aquí se organizan las Unidades Básicas que no sólo impartirán una capacitación política a la mujer, sino alfabetización, bordado, arte culinario.

No faltaban los servicios médicos y jurídicos. Nada fue en vano: Cuando las mujeres votaron por vez primera, de los 3.816.654 sufragios femeninos, el 63% fue para la fórmula peronista. La mujer argentina había acabado con las tutorías civiles, su voz no clamaría más en el desierto.

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