(3) 1954: recrudece el conflicto

La situación conflictiva permanecería latente hasta 1954, año en que diversos sucesos precipitarían la crisis. El ministro de Educación, Armando Méndez San Martín, dio impulso a la creación de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Dicha organización, que habría de cumplir funciones deportivas y recreativas, contaba con dos ramas: masculina y femenina. Perón cedió -para utilización de la rama femenina- parte de las instalaciones de la Residencia Presidencial de Olivos, que fueran inauguradas en el mes de enero de 1954. 

Figura 20:
 
Según podemos apreciar en esta caricatura, la prensa oficial comenzó a atacar duramente al clero. 

La organización de la UES había despertado reservas en la oposición, porque se le adjudicaban fines de adoctrinamiento y se pensaba que el gobierno pretendía con ello influir en la educación de los jóvenes, apartándolos de la tutela familiar. Pero cuando se inauguraron las instalaciones de Olivos, no tardó en difundirse el rumor de que las mismas habían sido pensadas para solaz del presidente y los funcionarios del régimen, y que allí se organizaban orgías y se corrompía a las jóvenes estudiantes. 

La Iglesia se hizo eco de esas versiones, y creyó también advertir un intento del partido gobernante, de sustituir la influencia de esa institución sobre la formación moral de la juventud. La cuestión, debidamente exagerada y sobredimensionada, contribuyó al empeoramiento de las relaciones y decidió a muchos sacerdotes y católicos, que de allí en más comenzaron a oponerse al gobierno en forma abierta. 

Figura 21:
 
En 1953 Perón y el ministro de Relaciones Exteriores, Jerónimo Remorino visitan un seminario.

En el mes de junio tendría lugar un hecho en apariencia intrascendente, pero que también causaría disgusto en la Iglesia. Arriba al país el reverendo Thomas Hicks, un predicador que dice realizar curas milagrosas, y recibe las autorizaciones necesarias para llevar acabo sus milagrerías en el estadio del club Atlanta. En general, se interpreta la concesión de los permisos como un deliberado intento del gobierno de irritar a las autoridades eclesiásticas. 

Duración: 30 segundos
 
 
Perón recibe la orden del santo sepulcro máxima condecoración de la iglesia ortodoxa griega. 
 
 

Al mes siguiente se crea oficialmente el Partido Demócrata Cristiano, echo que provocaría no poco disgusto a Perón. El presidente explicaría tiempo después los motivos de su inquietud: "Desde los tiempos de la Inquisición el poder temporal ha sido un sentimiento arraigado en el sector político del clero. Este sentimiento ha sido apaciguado cuando el palio de San Pedro cubrió a un Papa piadoso y se exacerbó cuando un pontífice político ocupó su cargo. 

Actualmente vivimos un período de la segunda característica. La existencia de los partidos demócratas cristianos en el mundo occidental demuestra tal afirmación y la política dirigida en este sentido desde el Vaticano la confirma. El apoyo de los Estados Unidos a ésta como un medio de su lucha contra el comunismo, ha fortalecido su posición provocando no pocos conflictos políticos". 

Figura 22:
 
Ante la crisis con la iglesia algunos funcionarios renunciarían. El caso de Antonio Cafiero sería uno de ellos.

La tensión se va acrecentando día a día. En el mes de setiembre legisladores peronistas introducen en la Cámara Baja un proyecto de Ley destinado a dejar sin efecto las discriminaciones existentes entre los hijos matrimoniales. El propósito es evidentemente progresista, en tanto suprime una enojosa discriminación. Pero en el clima imperante es interpretado como una nueva agresión; de inmediato se produce la reacción de entidades y publicaciones católicas, que pretenden que la norma atenta contra la familia. 

Figura 23:
 
Perón participa en un casamiento en el Hogar de tránsito N 2. Oficia el padre Benítez.

“Junto con la aparición del partido Demócrata Cristiano –dirá Perón más tarde- comenzaron a aparecer asociaciones de médicos, maestros, abogados, industriales, ganaderos, obreros, católicos, etc. Esto promovió un sentimiento de inquietud entre los dirigentes de las más diversas organizaciones gremiales, hasta que un día se presentaron a mi despacho los secretarios generales de la Confederación General de Trabajo, Económica de Profesionales, de Estudiantes, etc. 

En esa reunión me hicieron presente su inquietud por la intervención de la Iglesia en sus actividades gremiales. Ellos entendían que la Iglesia podía asociar a los católicos, pero no a los obreros, profesionales, estudiantes como entes gremiales y, en consecuencia, pedían una solución al conflicto por parte del gobierno". 

Figura 24:
 
El padre Hernán Benítez, confesor y asesor espiritual de Eva Perón, fue uno de los más fervientes adictos a la revolución justicialista. 
Inicio | Previo | Siguiente Imprimir |