(3) La recomposición del Peronismo 

Pese a las acciones represivas del gobierno, el activismo peronista se ha dado rápidamente a la tarea de organizar la resistencia. Se multiplican los comandos que disponen y llevan a cabo acciones de propaganda y sabotaje, especialmente en el terreno laboral, cuya sumatoria resulta desgastante para la dictadura. Es una tarea esforzada y en extremo riesgosa la de los militantes, constantemente amenazados por la cárcel y la tortura. Los sectores populares acompañan silenciosamente esa lucha, aún dispersa e inorgánica. 

Figura 15:
 
Perón escribe infatigablemente su correspondencia varias horas por día.

La CGT ha sido intervenida por Aramburu y se ha inhabilitado masivamente a la dirigencia sindical que ha actuado durante el gobierno peronista. 

Eso dará oportunidad para el surgimiento de una segunda línea de activistas sindicales, que reemplazarán -con más espíritu de lucha y menos vicios burocráticos- a los anteriores. Ya en marzo de 1956 se ha formado un comando Sindical Peronista para enfrentar al gremialismo "democrático", que ocupa sindicatos con el apoyo de la marina y los comandos civiles. 

Perón organiza la resistencia

Perón está en Caracas desde agosto de 1956. Desde allí, se mantiene constantemente informado de los sucesos que se desarrollan en la Argentina, tanto a través de las noticias que le llegan, como por su permanente contacto con activistas y militantes que lo visitan o se cartean con él. Principalmente, será John William Cooke su principal enlace con el Movimiento. El general cree firmemente -y así lo viene diciendo desde hace meses- que el camino para acorralar a la dictadura reside en la resistencia civil, en ir creando el clima insurreccional a través de pequeñas acciones -tanto organizadas como individuales- que no ofrezcan blanco fijo al enemigo. No deposita expectativas en acciones militares mesiánicas, porque piensa que son las fuerzas populares, a partir de su propio accionar, quienes deben recuperar la soberanía que les ha sido arrebatada. 

Duración: 15 Segundos
 
 
Militantes peronistas atacan casa de un gorila en un barrio.
 
 

Pero también sabe -como buen estratega- que nada se logrará con acciones dispersas. Toda esa resistencia debe ser organizada, en función de un objetivo común. No ignora que el Movimiento está disperso, que los distintos comandos actúan sin mayor conexión entre sí y que muchos dirigentes peronistas desarrollan. estrategias distintas, que quitan unidad al accionar. Algunos porque creen que se trata del camino más adecuado, otros por ambiciones personales u oportunismo, lo cierto es que son muchos los que se sienten tentados al diálogo o el acuerdo con otras fuerzas políticas lanzadas en persecución de los votos peronistas. 

Figura 16:
 
En el exilio latinoamericano Perón en compañía de su secretario, Isaac Gilaberte y María Estela Martínez. 

Se requiere, pues, unidad de conducción para la lucha. Perón mismo, valiéndose de una modesta máquina de escribir, se constituirá en Comando Superior para que de él emanen las directivas necesarias. 

En junio, en carta a Cooke, Perón se refiere a la asonada del 10 de junio: 

"Hace cinco meses impartí las instrucciones sobre la forma en que debíamos encarar el problema: mediante la resistencia civil. Durante esos cinco meses no he hecho otra cosa que repetir que los golpes militares no interesaban al peronismo porque no era solución salir de las manos de una dictadura para caer en otra. 

Figura 17:
 
Perón desayunando en Caracas, Venezuela.

Que la única solución aceptable para nosotros era voluntad del pueblo y que para ello debíamos recurrir a las fuerzas del pueblo y no a las fuerzas militares. Que la acción de las fuerzas del pueblo eran operaciones de resistencia y no golpes de Estado. Que mediante aquellas se podría llegar al caos que era el único momento en que el pueblo podía tomar las cosas en sus manos. Que la nuestra era una revolución social y que este tipo de revoluciones habían partido siempre del caos y, que en consecuencia, nosotros no debíamos temer al caos sino provocarlo, teniendo la inteligencia de prepararnos para dominarlo y utilizarlo en provecho del pueblo.

Duración: 16 minutos
 
Testimonio de los militantes que protagonizaron la resistencia. Héctor "Toto" Romero. Realizado para el film Los resistentes, dirigido por Fernandez Mouján. Una producción de El Perro de la Luna.

Todo ello lo he repetido miles de veces a todos los apresurados que confiaban mas en un golpe de la fortuna que en la preparación sistemática y racional de un trabajo adecuado. Desgraciadamente, el golpe fallido del 10 de junio, me ha dado la razón pero, el precio ha sido demasiado grande. Hubiera preferido equivocarme. Sin embargo, esto ha de servirnos para no insistir en un camino inconveniente" 

Figura 18:
 
Al arribo a la ciudad Trujillo aparecen, John William Cooke, Isabel Martinez, Américo Barrios y Ramón Landajo. 

Más adelante, Perón se extiende sobre las características que debe asumir la resistencia civil: "La resistencia es una lucha intensa diluída en el espacio y en el tiempo. Ella exige que todos, en todo lugar y momento se conviertan en combatientes contra la canalla dictatorial que usurpa el Gobierno (...). 

En vez de pensar en una decisión de conjunto, el pueblo tiene que hacer guerra de guerrillas, que en la resistencia se caracteriza por la acción de todos sumada. Esta lucha puede organizarse y realizarse sin peligro porque en caso alguno no se trata de una violencia conjunta sino de la suma de millones de pequeñas violencias cometidas cuando nadie nos ve y nadie puede reprimirnos, pero que, en cambio, en conjunto, representa una gran violencia por la suma de sus partes". 

Duración: 1 minuto
 
 
Mensaje de Perón para la resistencia.
 
 

En la nutrida correspondencia que, por diversos medios, hace llegar a Cooke -preso en Ushuaia-, Perón evidencia no desconocer los coqueteos de Frondizi con el peronismo, como tampoco el interés que algunos dirigentes del Movimiento prestan a esos contactos: "Los radicales, al darse cuenta que, en cuestión de elecciones, no se puede hacer un guiso de liebre sin liebre, es decir, sin el pueblo, trataron por todos los medios de sacarnos la masa, aun recurriendo a los más diversos arbitrios pero, defraudados en sus esperanzas, recurren al último medio: buscar tener una entrevista conmigo a fin de llegar a un pacto mediante una fórmula mixta radical-peronista (...) creo que nosotros no debemos sino alentar la lucha activa por todos los medios. Trataremos de hacer la guerra sin cuartel y no dar lugar a ninguna pacificación que sería contraproducente para nosotros, Sé que algunos peronistas débiles están pensando en esa pacificación por cuestiones personales, pero también creo que la masa no esta en esa disposición de ánimo." 

Figura 19:
 
Así fue vista la ruptura radical por Los caricaturistas políticos de la época. 

Asimismo, da cuenta a Cooke de haber recibido la visita de dirigentes gremiales nucleados en la CGT Negra: (Junta de Emergencia de la CGT) " ... esta Junta de Emergencia habría trabajado por conservar la organización y defender, dentro de lo posible, las conquistas obreras, pero transando y conservando con la canalla dictatorial y los políticos que los apoyan. Es decir una posición transaccional opuesta a nuestra posición intransigente. Como es natural, pensando que aun esta gente puede ser útil no he querido decirles la verdad de lo que de ellos se piensa en nuestro Movimiento y les he contestado lo siguiente: poco a poco se van coordinando las acciones y las nuevas formaciones en todas partes, en las que prima la decisión de actuar en sentido insurreccional. sería lamentable que la Junta de Emergencia no estuviera con las masas en esa posición porque todo su trabajo podría ser mal interpretado". 

Figura 20:
 
Perón e Isabel Martinez asisten a una reunión social en Caracas. Puede verse entre otros, a Pedro Estrada y Miguel Sanz, principales funcionarios de la Seguridad Nacional durante el gobierno de Pérez Jiménez.

Para evitar esas desviaciones, es preciso ajustar la organización, ya que " ... los "pajarones" que aún creen en una pacificación sin revancha, con fines electorales, trabajan para que las directivas no sean creídas por la masa". Perón juzga imprescindible asegurar que las directivas impartidas lleguen a todos los activistas y sean cumplidas. Para eso -dice- hay que organizar todos los comandos de la República, los que deberán estar en contacto con los comandos de exiliados. Estos últimos, a su vez, estarán en vinculación con el propio general. 

Figura 21:
 
Isabel Martínez en Caracas, junto a los caniches predilectos de Perón.

Sin embargo -dice Perón-, " ... es necesario que la conducción se realice en el propio teatro de operaciones, sin esperar las órdenes mías que, en este caso, pueden ser tardías ... ". Por eso, designa a John W. Cooke como representante suyo, para proceder " ... en mi nombre y representación más absoluta para que en caso necesario usted obre directamente, como si fuera yo ... ". 

El 3 de noviembre de 1956, juntamente con la carta en la que le anuncia su designación, Perón envía a Cooke las credenciales. 

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