(4) La asamblea constituyente

Hacia fines de 1956, el gobierno militar afrontaba ya dificultades crecientes. Por lo tanto, existían desinteligencias entre Aramburu y el vicepresidente Rojas. Este último consideraba que no era suficientemente escuchado por el presidente y, en dos oportunidades, solicitaría a la marina que aceptara su renuncia. 

Por lo demás, era sensible el deterioro de la situación económica, en perjuicio directo de los sectores de menores recursos: la depreciación y la disminución de los stock ganaderos hacía previsible el encarecimiento de la carne, con su pesada influencia en el bolsillo popular. 

Figura 22:
 
A pesar de las persecuciones, la tortura y prisión de sus dirigentes políticos, Perón fue construyendo una estrategia desde el exilio. 

También era un recuerdo de mejores tiempos el idilio con los partidos políticos. Los embates de la intransigencia radical contra el gobierno -en especial contra la política económica- eran cada vez más violentos. Resultaba evidente la intención de Frondizi de capitalizar el descontento de los peronistas. Se pronunciaba por una central obrera única, un solo sindicato por rama de actividad y el dictado de una amnistía, consignas que buscaban interesar al justicialismo. 

Figura 23:
 
Barrio El Silencio en Caracas. Perón acostumbraba pasear por allí durante su exilio.

En ese contexto, el gobierno anunció su intención de convocar a una elección de constituyentes, con la finalidad de reformar el texto de la Carta Magna. Ya en abril de 1956, por decreto, se había declarado la vigencia de la Constitución de 1853, con sus posteriores reformas pero con la expresa exclusión de la efectuada en 1949. Sin embargo, este procedimiento no conocía con la ficción democrática que pretendía mantener Aramburu. Por lo tanto, era necesario dar visos de legalidad a la anulación de la Constitución justicialista.

Figura 24:
 
Ignacio Palacios Hidalgo (con sobretodo y sombrero negro), presidente de la Convención Constituyente de Santa Fé, escucha al ministro del Interior, Carlos Alconada Aramburu (de perfil).

Por lo demás, la elección serviría de "experimento": el gobierno, preocupado por el posible vuelco de los peronistas hacia Frondizi, deseaba conocer la real relación de fuerzas entre los partidos. 

La Junta Consultiva debatió el sistema a utilizarse, como así también las facultades del gobierno de facto para reformar la Constitución. Prevaleció la opinión de los partidos pequeños, que se pronunciaron por el sistema proporcional y adjudicaron al gobierno atribuciones para promover la reforma. En este último punto coincidió la UCR del Pueblo. Por el contrario, el radicalismo "intransigente abogó por la aplicación de la Ley Saenz Peña pero manifestó su terminante oposición a que el gobierno militar reformara la Constitución. 

Figura 25:
 
De izquierda a derecha, los convencionales Jorge W.Perkins, Rubén Blanco, A. Palacios, Rodolfo Ghioldi, Aldo Tessio, A. Touzant y Ricardo Lavalle.

El 12 de abril, Aramburu dictó un decreto convocando a elecciones de convencionales para el 28 de julio de 1957. Confiaba en el triunfo del radicalismo del pueblo y esperaba poner en un brete a Frondizi, cuya postura era ambigua: se manifestaba contra la reforma, pero su partido participaría en el comicio "cortejando" al peronismo. 

Figura 26:
 
El epílogo de este terrible drama que vive el pueblo argentino es el caos del cual solamente pueden salir soluciones definitivas. A él nos llevará la banda de ignorantes y bandidos de la canalla dictatorial. Pero el caos será la hora del pueblo, porque destruida su fuerza y disperso el gobierno, todo quedará en sus manos. Habrá llegado la hora de la justicia...” (JDP)

El peronismo ante las elecciones 

El anuncio electoral produciría un rápido retorno a la actividad de numerosas figuras del peronismo político. No tardarían en aparecer diversas agrupaciones de signo neo-peronista, que se movían en forma más o menos independiente, habida cuenta de las dificultades de comunicación entre sí y con el jefe exiliado. 

Figura 27:
 
Publicidad callejera para los comicios para convencionales nacionales de julio de 1957.

El acercamiento propugnado por Frondizi aparecía como una alternativa expectable: algunos lo alentarían por apetencias personales, concibiendo la posibilidad de encabezar un peronismo "legalizado" bajo un eventual gobierno de la UCRI. Otros creerían sinceramente que Frondizi representaba la opción nacional y el único camino que podía transitar un peronismo aun no repuesto de su derrota y con su líder en el exilio. Después de todo ¿no aparecía aquel como el principal antagonista del gobierno? 

Figura 28:
 
Mientras Perón permaneció en la capital venezolana se tuvo noticias de diversas conspiraciones contra su vida. El 25 de mayo de 1957 una bomba hizo explosión en un automóvil Opel, conducido por Isaac Gilaberte; Perón no se encontraba en ese momento dentro del vehículo. El Opel acabó semidestrozado. Los vidrios hechos añicos de algunas casas vecinas demuestran la violencia del estallido. Gilaberte sólo sufrió leves heridas.

Así, hombres como Mercante, Leloir, Saadi y Bramuglia, se mostrarían en esa tesitura. También Arturo Jauretche -y mas tarde Scalabrini Ortíz - apoyarían a la UCRI desde las páginas de la revista Qué, órgano dirigido por Rogelio Frigerio, muy allegado a Frondizi. Todos -y también Aramburu- consideraban las elecciones de convencionales como preparatorias de las elecciones generales que habrían de celebrarse en el futuro. 

Figura 29:
 
"La Resistencia es una lucha intensa diluida en el espacio y en el tiempo. Ella exige que todos, en todo lugar y momento se conviertan en combatientes contra la canalla dictatorial que usurpa el gobierno. A las armas de la usurpación hay que oponerle las armas del pueblo." 

Pero Perón descreía de esa eventual convocatoria, y consideraba que era una trampa. Por lo pronto -y como era evidente- el peronismo estaba proscripto y perseguido, y se pretendía reformar la Constitución a espaldas del pueblo, desconociendo la reforma sancionada en 1949 por un gobierno de indiscutible legitimidad. 

Figura 30:
 
Boleta del Partido Conservador de la Capital Federal para las elecciones de Diputados Constituyentes.

Tan pronto como se anunció la convocatoria, el líder justicialista dio a conocer una Declaración del Movimiento Peronista, impugnándola: "El gobierno de Facto que usurpara el poder en la Argentina, se apresta a cambiar la Constitución de la República, mediante una farsa electoral. Anuncia que convocará a elecciones para una Asamblea Constituyente, pero omite decir que en esos comicios quedara excluída, por decisión tiránica de su voluntad, la fuerza política en que militan las tres cuartas partes del Pueblo Argentino. Pretende así, consumar el fraude mas vergonzoso de toda la historia política del país (...). 

Figura 31:
 
De visita en el Haras “Tres Estrellas”, propiedad de Jorge Antonio, Perón contempla los preparativos de un asado.

El Movimiento Peronista (...) declara solemnemente que el Pueblo Argentino no reconocerá validez alguna a la pretendida reforma constitucional. El papel que salga de esa Asamblea bastarda y fraudulenta, no será jamás la Constitución de los argentinos". Ya en carta a Cooke, en noviembre de 1956, Perón precisaba su posición -y la del Movimiento- frente a las elecciones: "La posición abstencionista es para nosotros la regla. No sólo no votaremos sino que debemos hacer todo para que no se pueda votar. Se trata de no dar escape a la dictadura. Por ningún lugar y menos por la solución política". 

Figura 32:
 
En una reunión social en Caracas. aparecen el general Perón, Isabel Martínez y Alicia Eguren.

En marzo de 1957, Perón también se dirige a Leloir, uno de los que trabajaban en el acercamiento al frondizismo. El ex presidente, que no lo ignora, le dice: "¿Cómo es posible que haya alguien entre los peronistas que puede surgir para la justicia y la verdad en medio de tanta porquería? Y, ¿Cómo es posible que espontáneamente, todo el peronismo como un solo hombre no repudie semejantes formas de la infamia? Hay que hacer todo lo necesario para impedir que tales elecciones puedan realizarse (...). El mantenimiento de una absoluta y cerrada intransigencia, con firme voluntad de vencer, inquebrantable decisión de llevar la lucha adelante, será el único secreto de nuestro éxito final." 

Figura 32a:
 
Esquela con la orden de Perón para las elecciones de constituyentes.

Asimismo, Perón ratifica a Leloir que Cooke -evadido en esos días de la cárcel- es el único autorizado a hablar en su nombre y transmitir sus directivas. 

Figura 33:
 
Palacios -embajador en La república del Uruguay- y Rojas presencian un desfile en Montevideo en el año 1956. 

No obstante la consigna abstencionista del jefe del Movimiento, la confusión cunde entre los peronistas y circulan directivas apócrifas. Perón reitera a Cooke: "Con referencia a las elecciones de constituyentes, nosotros debemos de hacer allí un acto más de resistencia, tratando de que no se realicen o, en su defecto, haciendo cualquier cosa para que no sirvan de nada (...). Hay que decir a la gente que su voto no debe valer, que no voten o busquen la manera de anularlo escribiendo "Asesinos" o lo que se les ocurra... 

Duración: 30 segundos
 
 
La resistencia Peronista.  Elecciones para constituyentes y voto en blanco La Hora de los Hornos.
 
 

Con buen tino, Cooke prevee que el gobierno puede amenazar con sanciones a quienes se abstengan, y aconseja a Perón que se ofrezca a los peronistas una triple alternativa: no votar, votar en blanco o anular el voto con la palabra "asesinos" escrita en la boleta. Teme también que Frondizi, a último momento, capitalice el voto en blanco lanzándolo como consigna de su partido, en ausencia de una definición de Perón al respecto. El 17 de Julio, Perón le escribe: "Comparto con usted cuanto me dice sobre el asunto de la abstención, mediante la no concurrencia al comicio, al voto "en blanco"y a la anulación del sufragio". Queda, pues, fijada la postura del líder justicialista. 

Figura 34:
 
Las desaveniencias entre Aramburu y Rojas darían lugar a planteos por parte de la marina. 

La definición de Frondizi por el voto en blanco no se produce: ha obtenido de Leloir un compromiso de apoyarlo que este romperá a último momento, pronunciándose por el acatamiento a Perón y espera capitalizar el apoyo justicialista. Cooke pronostica: "Pienso que con la abstención y voto en blanco pueden ganar los partidos gubernistas, con lo que Frondizi hará el papelón del siglo, pues irá a legalizar con su representación minoritaria el atropello".

Figura 35:
 
El General Perón saluda a oficiales jóvenes de la Escuela Militar de Caracas en una visita efectuada a la Institución.

Sin embargo, el panorama no es claro, porque hay peronistas que sostienen que el voto en blanco favorece al gobierno (al facilitar la victoria de la UCR del Pueblo) y también se dice que las directivas de Perón son falsas. 

Figura 36:
 
Caricatura publicada por la revista “Tía Vicenta" respecto a las elecciones de constituyentes.

Un triunfo a 5.000 kilómetros de distancia 

Finalmente, se llevan a cabo las elecciones, que revelan el masivo rechazo popular al gobierno de Aramburu: los votos en blanco superan a los de la UCR del Pueblo (2.115.000 a 2.105.000) . 

La UCRI obtiene 1.850.000 sufragios, mientras que el resto de los partidos sólo alcanza menguados porcentajes. Frondizi tampoco ha salido favorecido, porque queda evidenciado que sus posibilidades de triunfo dependen de un acuerdo con el peronismo, y que este no es posible a espaldas de Perón, por más empeño que se ponga en seducir a distintos dirigentes. 

Figura 37:
 
Aramburu junto a su canciller Alfonso de Laferrere, el presidente de Bolivia, Hernán Siles Zuazo y su canciller Manuel Barrau Peláez. 

Aún en las cifras oficiales ha conseguido un éxito. Desde el exilio, el ex presidente escribe: "Se comienza por los padrones: en ellos faltan por lo menos dos millones de inscriptos, que han sido borrados del anterior padrón electoral, de acuerdo con los registros del Partido Peronista, secuestrados por la dictadura. 

Figura 38:
 
Caricatura de Faruk en Tía Vicenta.

Hay dos millones de ciudadanos que se negaron a votar, de acuerdo con la orden impartida por el Comando Superior Peronista. Los votos en blanco llegaron a dos millones novecientos mil sufragios, de acuerdo con los datos reales que fueron los primeros que se dieron (...). De los votos atribuídos a Frondizi para nadie es un secreto que, por lo menos un millón y medio corresponden al peronismo que imposibilitado de hacer llegar sus comunicaciones a todos sus afiliados y merced a la campaña confusionista del Gobierno y de Frondizi mismo, pueden haber sido inducidos al error. "Si nos atenemos a estos indicios fehacientes podemos asegurar que el Movimiento Peronista, lejos de disminuir con la persecución dictatorial, ha aumentado extraordinariamente el número de sus adherentes".

Figura 39:
 
Palacios reunido con Cipriano Reyes. 

"Si nos atenemos a estos indicios fehacientes podemos asegurar que el Movimiento Peronista, lejos de disminuir con la persecuci6n dictatorial, ha aumentado extraordinariamente el numero de sus adherentes". 

Figura 40:
 
Reproducción del periódico Sábado del 29 de junio de 1957, donde se dudaba de la buena salud de Perón.

Por su parte, Cooke, que escribe a Perón comentando los resultados electorales, también evidencia su complacencia:

“Conseguir que, además de las abstenciones y exclusiones del padrón, más de dos millones de ciudadanos voten en blanco es una hazaña que parece increíble; y más aún si se tiene en cuenta que usted lo consiguió desde 5000 kilómetros de distancia y sin propaganda pública, diarios ni facilidades para difundir la directiva sin exponerse a la represión gorila. 

Figura 41:
 
La quinta o Chalet Mema en que vivió Perón. Situada en la urbanización El Rosal, calle El Retiro.

En una elección libre, el peronismo mantendría su antiguo caudal electoral, pues tendría, además de los votos en blanco, abstenciones, anulados y los excluidos, los sufragios que ahora han votado a Frondizi u otros partidos; eso pasa tanto en la Capital Federal como en las provincias, donde los partidarios locales llevaron muchas voluntades que votarían por nosotros si presentásemos listas”. 

Para los "Libertadores", resultaba evidente el fracaso en la tarea de "desperonizar" el país. Aún exiliado, Perón era capaz de hacerse oír. Les quedaba pues, el camino de la proscripción sin término...

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