(3) Renuncia de Onganía

Hacia fines de 1965, se produjo otro hecho que tensó las relaciones entre el gobierno y el ejército. En los primeros días de octubre, el comandante en jefe dispuso el relevo de un teniente coronel que estaba a cargo del 3° Regimiento de Infantería. El general Avalos, se molestó por no haber sido consultado y exigió a su vez el relevo de Onganía. Como su pedido no fue escuchado por el gobierno, Avalos renunció el 12 de octubre.

Figura 21:
 
Tapa de Tía Vicente respecto de la renuncia de Onganía.

Para Illia, que se sentía incómodo por las actividades de Onganía, era la oportunidad de desembarazarse de él. Desoyendo consejos, designó en la secretaría al general Castro Sanchez. 

Se trataba de un oficial en actividad, de menor antigüedad que Onganía. La situación resultó inadmisible para el comandante, ya que un subordinado pasaba a ser su superior. El 23 de noviembre dimitió a su cargo y paso a retiro. 

Figura 22:
 
Humor político de "Tía Vicenta". 

Sin embargo, la maniobra del gobierno no resultó exitosa: el nuevo comandante, general Pascual Pistarini, era un oficial de caballería plenamente identificado con la línea del renunciante. Por lo demás, a partir de su retiro, la figura de Onganía cobró una dimensión política inusitada, exaltada por la prensa cercana a los militares azules y los sectores frentistas. 

Pasó a ser el "hombre expectable". Mariano Grondona -el redactor del comunicado 150° en la crisis de 1962- escribió en la revista Primera Plana que a partir de ese momento había que "pensar en Onganía como en un hombre de reserva institucional, como en una última alternativa de orden y autoridad". 

Un documento clave de Perón

A fines de 1965, Perón prepara un importante trabajo a solicitud de una editorial uruguaya, que piensa incluir en un libro junto a otros documentos redactados por políticos latinoamericanos. Se trata de "El concepto justicialista", donde el general aborda la realidad política argentina de los últimos años, así como la del Tercer Mundo y la situación internacional. 

Figura 23:  
 
Illia da una conferencia de prensa en la Escuela de Aviación de la Provincia de Córdoba.

Escribe Perón: "El mundo de nuestros días se encuentra abocado a la solución de dos grandes problemas, de los que depende en gran medida lo que será el mundo del futuro: 

a) los cambios estructurales a que nos viene impulsando la evolución acelerada desde hace más de medio siglo, frente a la resistencia suicida de una reacción tan contumaz como irreflexiva; 

b) la decadencia imperialista que ha comenzado ya marcadamente, con síntomas tan elocuentes como los que presenciamos cada día".

Y continúa más adelante: "En la primera quincena del mes de septiembre de 1964 parece iniciarse una nueva etapa de la historia que estamos viviendo: el gran Mao contesta a la URSS que la China Popular no ha de asistir a la reunión convocada en Moscú porque no comparte la idea de que el socialismo sirva para apoyar al imperialismo soviético, que ya ha despojado de su territorio a numerosos países, entre ellos China, que sostiene su soberanía sobre la Mongolia Exterior. 

Tampoco considera que el socialismo, que ha sido creado para liberar a los pueblos y a los hombres, pueda servir para esclavizarlos. En otras palabras, que el socialismo, que se consideraba antagónico con el nacionalismo, por su posición internacional, ha pasado a ser una cosa casi similar y que, dentro de ese contexto, se puede ser nacionalista y socialista a la vez. 

Figura 24:
 
Perón e Isabel en la entrada de la Quinta 17 de octubre, en Madrid.

"Con lo anterior, el Tercer Mundo aumenta y tiende a integrarse en un futuro no lejano. Frente a él jugarán la suerte definitiva algún día los imperialismos que van quedando casi aislados frente al odio generalizado de los pueblos, aunque aún puedan contar con la acción de algunos gobiernos cipayos que sirven vergonzosamente sus intereses y dentro de ellos sus fuerzas armadas, que no son sino una continuación de las fuerzas imperiales que, a manera de guardias pretorianas, actúan como verdaderas fuerzas de ocupación frente a la voluntad de lucha de los pueblos que incluso las costean". 

Figura 25:
 
Perón en su residencia de Madrid. "Nosotros, en los personal, no tenemos más que palabras de agradecimiento para con el pueblo y la nación española. Aquí nos hemos sentido, casi, como en nuestra propia casa". (JDP)

Y ya refiriéndose concretamente a la Argentina, dice Perón: "La situación de la República Argentina encaja perfectamente dentro del cuadro que sintéticamente acabamos de describir en lo internacional: es un satélite del imperialismo yanqui, desde 1955, sumisamente subordinado y obediente; encabezado por un gobierno cipayo carente de toda representatividad popular y nacional, que ha entregado sus fuentes de riqueza y su soberanía. Sus fuerzas armadas constituyen, como se ha manifestado en el Pentágono, una continuación de las fuerzas yanquis en la tarea de oprimir al pueblo sirviendo de guardia pretoriana al dominio imperialista". 

Según se desprende del texto, Perón juzga con extrema dureza al gobierno radical, pero no parece tener confianza alguna en una posible salida a través de un golpe militar.

Figura 26:
 
El Concepto Justicialista. Escrito de Juan Perón, noviembre de 1965. Su contenido fué incluido luego en la obra: La Hora de los Pueblos.
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