Paso 2019, un gran triunfo popular!

Paso 2019

UN GRAN TRIUNFO POPULAR

Consolidemos la victoria para reconstruir la Patria y fundar una nueva Argentina

Las diferencias son irremontables para el Macrismo. Ellos lo saben. Lo saben todos los protagonistas políticos y económicos del país. Lo sabe el mundo. Sólo la ceguera electoralista de Mauricio Macri detrás de un narcicismo psicópata podría intentar otra alternativa.

Cualquier persona con un sentido mínimo de patriotismo se pondría a trabajar para una transición ordenada, impidiendo el estallido social que asoma peligrosamente como una posibilidad, ante la explosión de la burbuja económica construida hipócritamente por “el mejor equipo de los últimos 50 años” para mentirle al pueblo una vez más.

Pero sabemos que si hay algo que le falta a este gobierno es patriotismo y sentido común, por eso la militancia y dirigencia del Movimiento Nacional debe mantener la calma y la unidad para navegar estos meses venideros fundamentales.

Unidad ante el peligro de disolución de la Patria

Las dirigencias del Movimiento Nacional ante el peligro de disolución de la patria supieron estar a la altura de las circunstancias. El noble y generoso gesto de Cristina Kirchner dio vuelta el espíritu competitivo y narcisista que el pensamiento liberal del macrismo había insuflado a la lucha política. De una argentina donde la Nación estaba al servicio de la lucha de caciques e individualismos políticos pasamos raudamente a la búsqueda de consensos y desprendimientos personales con el compromiso de salvar a la patria.

Bastó esa sola intencionalidad para comenzar a revertir el espíritu de enfrentamiento, de grieta y de disolución nacional promovido por el macrismo para desunir a los argentinos y obtener el poder en base a acentuar discordias secundarias y falsos enfrentamientos sociales.

La mayoría de la dirigencia política del Movimiento Nacional se plegó al gesto y dieron una lección de Unidad que se transmitió al resto de la Comunidad. El pueblo argentino también se impregnó de ese nuevo espíritu de búsqueda de armonía social y dio su veredicto fulminante, enterrando la involución macrista en el infierno que se merecen.

La militancia cumplió una vez más con su aporte realmente heroico al movilizarse detrás de los candidatos. El espíritu de nuestros militantes se sobrepuso al enorme poder desplegado por el Estado Macrista y al manoseo de años de política de punteros y copando la calle acompañó el esfuerzo de nuestras dirigencias garantizando la victoria.

Es momento de no bajar los brazos y profundizar el esfuerzo para lograr una victoria contundente que permita obtener el poder político necesario para la tarea inmediata: la reconstrucción de la patria.

Unidad para reconstruir a la Nación

El camino de reconstrucción nacional no será fácil dado el grado de destrucción económica y social del un país saqueado por la usura y la especulación. Sin embargo el hambre no puede esperar. Esta última devaluación profundiza la pobreza de grandes sectores sociales que necesitarán de una asistencia inmediata.

Sólo una sólida armonía social podrá generar el poder necesario para permitir el proceso de reconstrucción que la patria necesita.

El pueblo ha elegido a un nuevo presidente. El Movimiento Nacional debe consolidar esa autoridad expresada en las urnas y estrechar filas para evitar el caos social.

El compañero elegido es Alberto Fernández y las esperanzas de nuestra patria descansan en él. Una enorme responsabilidad con la cual todo el movimiento debe solidarizarse. La reconstrucción de la patria y de nuestro pueblo necesita que el espíritu de armonía y unidad de la dirigencia se consolide para sacar al país del pozo. Es un momento de sumar humildad y entrega. Es un momento de ponerse a disposición y de ofrecer más que de pedir.

Unidad para construir una nueva Argentina

Todo cambio profundo comienza por lo espiritual y ese espíritu de unidad y de humildad que nos dio la victoria debe ser mantenido y multiplicado. En una primera etapa, la necesidad de la urgente reconstrucción de la argentina puede ser estímulo suficiente para mantener esa mística de solidaridad cohesionada y firme. Sin embargo para el largo plazo es importante comprender que navegamos por una institucionalidad cuya funcionalidad no promueve este espíritu de reencuentro y está ordenada en base a la defensa de derechos individuales y sectoriales: típica visión del liberalismo.

Es en esta instancia donde el peronismo puede hacer su gran aporte a la comunidad argentina revalorizando el pensamiento de Juan Perón en función de poner en marcha la organización política de esta solidaridad incipiente.

Debemos sacar al peronismo de su visión demoliberal electoralista y predicar sobre la necesidad de abrir los ámbitos de diálogo que permitan fluir a la solidaridad social y promover en la acción la unidad nacional, no sobre especulaciones electorales sino sobre la toma de compromiso sobre la reconstrucción de la Nación.

Debemos poner en marcha una nueva conciencia ciudadana que destierre a la meritocracia y la indiferencia, abriendo canales de participación a todo argentino que quiera construir con su esfuerzo el destino de la Nación.

Si no lo hacemos corremos el peligro de que ante el primer evento electoral surjan fuerzas que tiendan a la  disolución y la división en nuestras filas.

Hoy esa diversidad está en función  de frenar la disolución del país a las que no llevó la locura macrista. Debemos ir consolidando un nuevo proyecto de país que una a todas las corrientes del movimiento en un destino común. Debemos mantener una rica diversidad hacia un objetivo deseado por todos. De esa manera podremos transformar una división disociante en una diversidad enriquecedora.

Comprender que las instituciones liberales son un mecanismo que impide la profundización del espíritu del reencuentro y el diálogo de los argentinos, nos ayudará a debatir sobre la necesidad de construir una nueva democracia, popular y participativa.

Será el momento entonces de revitalizar el proyecto estratégico del peronismo de lanzar al pueblo a compartir las responsabilidades de la creación de un destino común junto con el gobierno elegido por el pueblo.

Queremos una democracia donde el voto ciudadano elija libremente a los responsables del gobierno, pero que no recluya al ciudadano a una acción indiferente y materialista sino que lo incluya como partícipe activo de los procesos de construcción política. Sólo la maduración colectiva de ciudadanos, dirigencias e instituciones generará el proceso de solidaridades crecientes que puede lograr la Unidad Nacional. Solo la toma de un nuevo compromiso ciudadano puede lograr la elevación de la cultura social que nos puede brindar la armonía comunitaria que garantice el desarrollo que nos aleje de un destino colonial.

Será en ese sendero que redescubriremos las herramientas revolucionarias del peronismo. Una doctrina común que ordenará conceptualmente la creatividad popular detrás de sus tres banderas fundamentales de Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política. Esto brindará un cauce a la acción de todas las organizaciones sociales del pueblo que junto con su gobierno, en una moderna democracia popular pondrá en marcha una nueva forma de participación ciudadana.

Redoblemos el esfuerzo!

Hoy es un momento de profundizar la lucha y la movilización para garantizar el triunfo definitivo. Debemos organizarnos consolidando la autoridad sobre los compañeros electos por el pueblo y redoblar el esfuerzo para poder llegar al nuevo gobierno popular con el máximo poder político posible para poder reconstruir nuestra patria. Salgamos a convencer, a movilizar, a sembrar la esperanza que una nueva democracia es posible. Que una nueva Argentina es posible.

Profundicemos la victoria. Firmes y decididos!

Por una Argentina Justa Libre y Soberana!

Construyamos juntos una democracia popular y participativa!

PATRIA SI COLONIA NO!

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